Las promotoras humanas

Las cooperativas de viviendas son esas sociedades, constituidas exclusivamente por personas interesadas en construirse su propia casa, y de esa manera eliminan el beneficio de los intermediarios abaratando los costes finales.
Estas sociedades, constituidas exclusivamente por personas interesadas en construirse su propia casa,Esteban.
Estas sociedades, constituidas exclusivamente por personas interesadas en construirse su propia casa,Esteban.
Estas sociedades, constituidas exclusivamente por personas interesadas en construirse su propia casa,Esteban.
El precio de la vivienda nueva en España sigue
imparable. En los últimos cinco años casi se ha doblado hasta situarse en los 1.920 euros por metro cuadrado. Ante este panorama, cada vez son más los que optan por enrolarse en una cooperativa, una alternativa que reduce el precio final de las casas sensiblemente.

La cooperativa es una empresa formada exclusivamente por personas que quieren construirse una vivienda. Se encarga de promoverlas directamente, eliminando el beneficio de los promotores. "Su gran ventaja es que las viviendas se adjudican a precios de coste", afirma Alfonso Vázquez, presidente de la Confederación de Cooperativas de Vivienda de España (Concovi).

Su precio resulta, como mínimo, un 20% más barato que el de las promotoras, según Vázquez. Este porcentaje aumenta si se trata de viviendas de protección oficial, que constituyen el 90% de las que promueven las cooperativas.

Derechos y deberes

Una vez decididos a participar en una de ellas, se firmará el contrato de adjudicación provisional, en el que se especifican los derechos y deberes del asociado.

Entre estos últimos, los pagos de las cuotas –la de capital social, la de los gastos de la cooperativa y la propia para financiar la vivienda–, que no suelen superar en conjunto los 500 euros mensuales. Estas aportaciones deben estar garantizadas por un seguro o un aval bancario.

A cambio, el asociado tendrá derecho a acceder en todo momento a la información relativa a la marcha del proyecto de la vivienda y a participar en la toma de decisiones a través de la asamblea general, el órgano supremo de la cooperativa.

En cuanto al aspecto técnico, la mayoría de las cooperativas contratan los servicios de una gestora, que supervisa el proceso y administra los gastos a cambio de un porcentaje, que oscila entre el 5% y el 12% del presupuesto inicial de la promoción.

Todas las garantías

Antes de participar en una de estas sociedades, es fundamental cerciorarse de que está inscrita en el Registro de Cooperativas y está constituida ante notario.

El contrato, la garantía fundamental, debe contemplar la posibilidad de que se les reembolsen a los asociados las cantidades aportadas en caso de que la empresa o el proyecto se suspenda o se detenga, más el 6% de interés anual que estipula la ley.

El proyecto de obra debe concretar, además, los plazos estimados de ejecución de la obra. Así, el asociado podrá reclamar las posibles demoras en la entrega de la vivienda.

Testimonio

Maite. Secretaria "hay que tener cuidado"

."Por fin tengo la casa que yo quería», afirma Maite, que hace seis años se decidió a participar en una cooperativa de viviendas con la intención de construirse su casa.

"Con el precio que empezaban a tener los pisos, no conseguía encontrar lo que estaba buscando, y me decidí", afirma.

Hace unos meses por fin le entregaron su casa en uno de los nuevos desarrollos de Madrid, a un precio muy inferior de los que se pueden ver en las promotoras inmobiliarias.

A pesar de haber esperado todo este tiempo, no se arrepiente: "Hay que ser paciente y confiar en la cooperativa", afirma esta asociada, que también recomienda precaución. "Aunque a mí me ha salido bien, conozco a bastante gente a la que nunca le dieron su piso –reconoce–, hay que tener cuidado".

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