Volvió usted a la Ser después de 21 años e inventó un neologismo: 'infiable'. "Unidos Podemos ha demostrado que es un partido infiable; además de ser antisistema, es un partido infiable". Así, por duplicado. Revolcándose en el error. Convencido de que no lo es. En su cabeza, si alguien osa decírselo, usted estará seguro de que acertó: se equivocarán la RAE, la gramática y María Moliner. Porque usted jamás utilizó un término incorrecto.

Tampoco se equivocó con sus ministros ni con los altos cargos de su partido imputados por corrupción. Como Rodrigo Rato, un vicepresidente 'formidable'. "Se equivocaría él" –eso es, él, no usted– "en alguna decisión que tomó". Quizá incluso en más de una. Condenado ya por apropiación indebida en el caso de las tarjetas black, Rato se enfrenta a otras tres causas y 14 cargos (falsedad contable y fraude a inversores, fraude a la Hacienda pública, malversación de caudales públicos, cohecho, blanqueo de capitales...).

No se siente responsable de que el PP, cuando usted era la autoridad suprema, tuviese una caja B y contratase sus actos electorales con el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa. "Yo no he tenido relación con esa persona, no lo invito a mis actos familiares". La boda de su hija con Alejandro Agag no debió ser un acto familiar. Ya. Seguramente, tampoco lo fuese el casamiento de Connie Corleone.

Tony Blair siente "tristeza y remordimiento" por la guerra de Irak; Bush jr. admite que las famosas armas de destrucción masiva –las que usted aseguró que existían– fueron "el mayor error" de toda su presidencia. ¿A usted su papel como comparsa del Trío de las Azores le provoca algún remordimiento? "No voy a pedir disculpas por defender el interés nacional de España". No me cuesta nada imaginarlo otra vez con los pies sobre la mesa.

No se equivocó con Cataluña porque, tras haber 'completado' como presidente el Estado de las autonomías, usted advirtió en 2011 a Rajoy de que el mayor problema al que se enfrentaría, más aún que la crisis económica, iba a ser la secesión. "Faltó política". Puede, pero usted ya había avisado...

Dos décadas después, en un momento de semejante convulsión, tranquiliza ver que hay cosas que no cambian y que usted sigue sin equivocarse: no lo hizo con Rato, ni con Rajoy, ni con Irak; no falló con el 11-M... ni siquiera patinó con Cataluña. No: José María Aznar sigue siendo infalible. Sin embargo, a mí, repasando los hechos, más bien me parece infiable.

Saludos a Ana. Luis Pardo