El Atlético de Madrid se medirá este martes al Chelsea en un partido que pese a jugar de local no lo hará en el Wanda Metropolitano. Tampoco en Madrid, y ni siquiera en España, sino que lo hará en Bucarest, debido a las restricciones de los vuelos procedentes del Reino Unido, por el miedo a la expansión de la variante británica.

El Atlético, a alejar las dudas... Sin factor campo

El club rojiblanco eligió la capital rumana para enfrentarse a los 'blues', dado que tanto Portugal como Francia también tienen restricciones establecidas para el país británico. Así, el encuentro se celebrará en el Arena Nationala, precisamente, donde el Atlético ganó la Copa de la UEFA en 2012.

Además de los inconvenientes en cuanto a la logística y a la comodidad de los futbolistas que el viaje y jugar de local fuera de su estadio pueda acarrear para el equipo rojiblanco, según ha informado El Mundo, el club tendrá que hacer frente a un importante desembolso extra.

Ante la pasividad de la UEFA para llevar asumir los gastos de transporte, hotel, alquiler del estadio y demás, como ha reconocido Enrique Cerezo, presidente del Atlético, el club tendrá que pagar hasta 200.000 euros, cifra muy elevada teniendo en cuenta que este partido en el Metropolitano costaría solo 10.000.

“Es así, lo tomas o lo dejas”, afirmó el presidente en Onda Cero. Cerezo también consideró que lo más justo hubiera sido una eliminatoria en terreno neutro, así evitar una ventaja del Chelsea en el partido de vuelta en Stamford Bridge.

Por su parte, Simeone buscó alejar a su equipo de estos problemas en rueda de prensa. “Nos ocupamos del partido, no de lo que no podemos resolver. Sinceramente lo que pienso es que en este momento, con muchos problemas para muchos trabajadores, nosotros que podemos jugar donde sea y cuando sea, pues es que nos encanta el fútbol”.