El seleccionador de Francia, Didier Deschamps, quiere  hacer historia y convertirse en el tercer entrenador que se proclama campeón del mundo como jugador y como técnico. Tan sólo Zagallo y Beckenbauer tienen el honor de saber lo que es ganar el Mundial desde el banquillo y sobre el terreno de juego.

En Suecia 1958, Zagallo lograba como jugador el primero de los cinco campeonatos mundiales que tiene Brasil grabados en su camiseta. Además, en aquella final, Zagallo marcó uno de los cinco tantos de la canarinha ante Suecia (5-2). Pelé, con tan sólo 17 años, anotó dos goles en aquella final. En el Mundial de Chile 1962, Zagallo consiguió su segundo Mundial tras vencer por 3 a 1 a Checoslovaquia en la final.

Ocho años después, esta vez como seleccionador, Zagallo lideró a la Brasil de Pelé, Rivelino o Jaizirinho entre otros para conseguir su tercer Mundial. México 1970 presenció el histórico momento en el que alguien lograba el Mundial como jugador y seleccionador.

En 1974, Beckenbauer se veía las caras contra la selección holandesa de Johan Cruyff. El capitán de la Alemania Federal se llevó el triunfo por 2 a 1 en la final disputada en el Estadio Olímpico de Múnich.

En Italia 1990, Alemania ganó (1-0) a la Argentina de Diego Maradona y conseguía su tercer Mundial, esta vez con Beckenbauer como seleccionador. El alemán, considerado el mejor defensa en la historia del fútbol, se convirtió así en el segundo entrenador y jugador que ganaba la Copa del Mundo.

La victoria de Francia ante Bélgica (1-0) en semifinales del Mundial Rusia 2018 acerca a Deschamps a seguir la estela de Zagallo y Beckenbauer. El seleccionador francés, capitán de Francia en 1998, levantó el único título mundialista obtenido por los franceses hace ya 20 años ante Brasil (3-0) en Saint-Denis.

El próximo domingo 15 de julio Deschamps puede escribir su nombre en la historia del fútbol mundial, otra vez.