Sebastian Vettel ha perdido la carrera más dolorosa de su carrera, posiblemente. El alemán fue castigado con 5 segundos por hacer frenar a Lewis Hamilton cuando, en la vuelta 48 del GP de Canadá, se pasó de frenada en la curva 4. Al volver, se abrió demasiado y dejó sin hueco a Hamilton.

Cuando le avisaron de la sanción, diez vueltas antes de la meta, se quejó por radio. "Me he ido a la hierba y no tenía agarre. ¿A dónde demonios iba a ir?. Tenia hierba en la rueda. Si va al interior, me adelanta", se lamentaba por radio a su ingeniero, que le pedía que se centrase. "¡Estoy centrado, pero nos están robando la carrera!", estallaba.

Al entrar en meta, su enfado no disminuyó, sino todo lo contrario. "No, no, no, chicos. Así no. En serio: hay que estar absolutamente ciego para pensar que si te vas a la hierba luego puedes controlar el coche. Tuve suerte de no golpear el muro. ¿Dónde demonios iba a ir? Esto es una locura. Os lo digo: esto no es justo", dijo por radio mientras cruzaba la meta.

La cosa no acabó ahí. Vettel no se dirigió a la zona del podio, sino que dejó su coche a la entrada del pitlane y se fue a la zona de comisarios, primero, y a la de pesaje después. Cuando salió al lugar donde deberían haber estado los tres coches, cogió el cartel del número 1 que estaba delante del Mercedes de Lewis Hamilton y lo retiró para poner el número 2.

En el podio, pese al gesto de Hamilton de dejarle subir al primer puesto junto a él, a Vettel no se le pasó el enfado. "Creo que he sido muy claro y he dicho lo suficiente. He disfrutado de la carrera, ha sido muy intensa. Para lo demás, pregunta a la gente qué piensan", respondió a las preguntas del expiloto y actual comentarista Martin Brundle.

Incluso salió en defensa de Hamilton, a quien abucheaba el público. "La gente no debería abuchar a Lewis. Él ha visto lo que estaba pasando... pero no deberían abucharle. Si deben hacerlo, que lo hagan acerca de esas cómicas decisiones".