El equipo hermano menor de Red Bull es un banco de pruebas para la escudería energética y una cantera para curtir a los jóvenes pilotos que forman parte de su estructura. Esta temporada, Toro Rosso asume, además, el reto de experimentar con el motor Honda, un propulsor que le dio muchos problemas a McLaren en los últimos tres años y cuyo rendimiento en los monoplazas de la filial italiana de Red Bull genera mucha expectación. Si el motor Honda triunfa este año con Toro Rosso, en 2019 motorizará también al primer equipo.

Gasly afronta su primera temporada completa en la Fórmula 1, aunque Toro Rosso ya le dio la oportunidad de debutar en el Mundial el año pasado al permitirle disputar los últimos Grandes Premios de la temporada en sustitución de Daniil Kvyat. El joven piloto francés es una de las grandes promesas de futuro y cuenta con un importante currículum previo a la F1, ya que fue campeón de la GP2 en 2016 y también ganó la Fórmula Renault en 2013.

Desde las Antípodas llega otra de las caras nuevas de la Fórmula 1. El neozelandés Hartley también disputa su primera temporada completa en el Mundial, aunque, igual que su compañero Gasly, pudo estrenarse con Toro Rosso en las últimas carreras de 2017. Brendon, sin embargo, no es tan joven como su compañero y tiene mucha más experiencia con monoplazas e, incluso, con prototipos de Le Mans, una carrera que ganó en 2017 con el equipo Porsche. Su primer contacto con un F1 lo tuvo en 2008, hace ya 10 años, en una prueba con Toro Rosso.