Una niña padece un extraño síndrome en el pelo que le ha impedido peinarse bien durante 9 años

Lyla Grace Barlow, que ahora tiene 9 años, ha sufrido el Síndrome del Cabello Impeinable.
Lyla Grace Barlow, que ahora tiene 9 años, ha sufrido el Síndrome del Cabello Impeinable.
LYLA GRACE BARLOW / FACEBOOK
Lyla Grace Barlow, que ahora tiene 9 años, ha sufrido el Síndrome del Cabello Impeinable.

La pobre Lyla Grace Barlow ha vivido en sus carnes lo que es intentar desenredar el pelo largo. Esta niña de Derby, Inglaterra, tenía una dificultad añadida en su cabello, pues padecía un extraño síndrome que le hacía tener, más que mechones, rastas.

La pequeña, que ahora tiene 9 años, sufría el Síndrome del Cabello Impeinable, el cual hacía que su pelo fuera prácticamente incontrolable a causa de sus folículos que crecían con forma de corazón, en lugar de redondos u ovalados como es costumbre.

Todas las mañanas eran llantos y tirones para intentar desenredad el pelo, algo que podía ser frecuente en cualquier niño o niña de pelo largo, pero Alex y Mark se dieron cuenta de que a la alocada melena le pasaba algo más. "El pelo de Lyla empezó a crecer y parecía una pelusa. La gente decía que solo era pelo de bebé, pero el de su hermana, 20 meses mayor que ella, no era igual, así que sabía que no era normal", dijo la madre a los medios locales.

"Era como una pelusa, como hilo dental de caramelo. Creció bastante rápido, pero fue corto hasta que tuvo 4 años. Después empezó a crecer en rastas y fue muy difícil de peinar", añadió. "Usamos muchos productos para intentar pasar el peine, pero nada funcionó".

La pequeña Lyla Grace Barlow estuvo muchas veces enferma de pequeña y acudió al hospital en varias ocasiones. En esos momentos, los médicos aprovechaban para mirarle incrédulos la melena intentando averiguar qué le sucedía, y pensaron que podía ser alguna deficiencia vitamínica. Pero finalmente, durante un ingreso por fiebre a los 5 años, le diagnosticaron oficialmente el Síndrome de Cabello Impeinable.

Sin embargo, a pesar del dolor que le suponía peinarse, ella siempre abrazó con felicidad su encrespamiento y, de hecho, es muy conocida por ello en el colegio. "Todos los niños mayores le piden poder tocarlo, así que ha tenido suerte", señaló su madre Alex.

La pareja se asustó cuando se quedó embarazada de su cuarta y última hija, Mary-Jean, por si podía tener el mismo síndrome, pero finalmente no fue así: "Hay una posibilidad entre cuatro de que si tienes el gen, tu hijo lo tenga".

Afortunadamente, el cabello de Lyla Grace Barlow, aunque sigue teniendo los mismos folículos, ahora ha mejorado y es mucho más domable. A sus 9 años, por fin sabe qué es hacerse diferentes peinados, trenzas o no sentir dolor al pasarse el cepillo.

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