Abetos gigantes, nieve calentita y fuegos artificiales para celebrar la Navidad en Disneyland Paris

Abetos navideños de 24 metros de altura que se iluminan al son de los villancicos. Nieve calentita que cae suavemente en gruesos copos. Castillos de cuento de hadas que cambian de color bajo una lluvia de fuegos artificiales... El parque temático Disneyland París acaba de estrenar su temporada navideña, y éstos son sólo algunos ejemplos de cómo celebra la llegada de una de las épocas del año que los niños esperan con más ilusión.

La temporada navideña del parque se mantendrá hasta el 7 de enero, lo que significa que durante las próximas semanas el recinto estará con el guapo subido: miles de adornos y guirnaldas luminosas y más de un centenar de árboles de Navidad consiguen que, según los entendidos en estas lides, éstos sean los meses más bonitos para visitarlo.

Tres princesas que nunca hasta ahora habían sido presentadas en sociedad protagonizan la temporada que acaba de comenzar. Por un lado Mérida, la rebelde arquera pelirroja de Brave, cuenta ya con una localización decorada como la película para que sus seguidores puedan hacerse una fotografía con ella. Aunque su protagonismo podría verse empañado por dos hermanas aún mejor adaptadas que ella a los rigores del invierno: Anna y Elsa, las princesas de Frozen. Al contrario de lo que ocurría con las princesas de antaño, todas ellas son buenos ejemplos de que, como rezaba aquella canción de los 80, las chicas son guerreras.

En cualquier caso, los poco princeseros están a salvo de perecer ahogados en las empalagosas arenas movedizas de las enaguas con brillantina, porque en Disneyland Paris las jóvenes casaderas de sangre azul no son los únicos dibujos animados que cobran vida para saludar a niños y niñas. Que también los hay plebeyos, y de todo tipo y condición. Superhéroes como Spiderman, roedores peludos como los protagonistas de Ratatouille, extraterrestres gamberros como Stich o esqueletos inquietantes como Jack Skellington son algunos de los personajes con los que los pequeños se pueden topar en su recorrido por cualquiera de los dos parques temáticos que integran Disneyland París.

Y si de encontrarse con sus personajes favoritos se trata, en la cabalgata navideña podrán ver, y de cerca, a muchos de los personajes Disney más icónicos, como Goofy y Mickey. Y no están solos: más de 90 artistas y bailarines integran este espactáculo que encandila a los más pequeños ("¡Tiger me ha tocado con su garra!", gritaba dando brincos un niño de cinco años en el desfile inaugural) y al que este año se ha incorporado una nueva carroza, 'Sugar and Spice', decorada con bastones de caramelo gigantes, galletas de jengibre con forma de Mickey y dulces de todos los colores.

El espectáculo nocturno Disney Dreams of Christmas es otro de los platos fuertes de este año: Olaf, el carismático muñeco de nieve de Frozen, hace de maestro de ceremonias en una función que combina música, rayos de luz y fuegos artificiales para rendir un homenaje a las tradiciones navideñas de todos los rincones del planeta.

Vestir a Disneyland París con sus resplandecientes ropajes navideños no es una tarea nada fácil. Cada día se utilizan más de 8.200 litros de jabón para crear la nieve que cae sobre la calle principal del parque; más de 60.000 luces led iluminan la parte superior del emblemático castillo de la Bella Durmiente y 1.600 metros cuadrados de alfombra blanca crean el efecto nevado en las plazas de este parque que el año pasado recibió casi 15 millones de visitas y que desde su apertura, en 1992, ha acabado convirtiéndose en el primer destino turístico europeo.

El complejo (integrado por dos parques temáticos, Disneyland y los Walt Disney Studios) ofrece a sus visitantes un total de 60 atracciones para visitantes de todas las edades: desde los descensos vertiginosos que brinda The Twilight Zone of Terror, aptos sólo para los más arrojados, hasta el viaje mágico al País de Nunca Jamás que ofrece el Peter Pan's Flight, dirigido a los más pequeños. La más reciente de las atraciones del parque, Ratatouille, es ahora mismo "la joya de la corona", en palabras de los responsables del parque. Concebida para toda la familia, reduce al usuario al tamaño de una ratita que debe evitar ser atrapada por un malvado chef y sortear todo tipo de obstáculos. Candela, de 9 años, resume la experiencia en dos palabras: "Super chupi".