Las piernas de mil mujeres como retrato social de Nueva York

  • Stacey Baker toma fotografías de piernas femeninas en el centro de Manhattan.
  • Después de ser un fenómeno viral en Instagram, una selección de las imágenes, tomadas durante los últimos tres años, aparece ahora publicada como libro.
  • Desenfadadas y sin otra intención que mostrar la variedad corporal y el desenfado de las mujeres, la fotógrafa ha compuesto un singular caleidoscopio.
Montaje de tres de las fotos de Stacey Baker sobre piernas femeninas en Nueva York
Montaje de tres de las fotos de Stacey Baker sobre piernas femeninas en Nueva York
© Stacey Baker
Montaje de tres de las fotos de Stacey Baker sobre piernas femeninas en Nueva York

Cuando Stacey Baker ve un buen par de piernas de mujer en la calle debe actuar con diligencia. Alcanza a la chica o mujer que le ha llamado la atención, le explica que colecciona fotos de piernas, la invita a sumarse al elenco y, después de la aquiescencia de la modelo, que se produce en nueve de cada diez ocasiones, coloca a la musa contra una pared, la obliga a levantar los brazos sobre la cabeza —se trata de que solamente aparezca en plano lo que va de la cintura a los pies—, se agacha y toma una foto con su smartphone.

Lo que comenzó siendo un proyecto sin pretensiones para alimentar la cuenta de Baker en Instagram se convirtió en un fenómeno viral —se acerca a 80.000 seguidores- y ahora, tres años después, en el libro NY Legs (Piernas de NY). Lo acaba de publicar la editorial Kehrer [192 páginas y un PVP de 19,9 euros] con una selección de casi un centenar de las fotografías de Baker, que no considera cerrado la serie y sigue haciendo nuevos retratos de extremidades inferiores de mujeres neoyorquinas y subiéndolas a internet. Por ahora lleva unas mil.

En la pausa de la comida

Las modelos son siempre desconocidas para Baker, que suele aprovechar la pausa de la comida —trabaja en el departamento de edición fotográfica de The New York Times Magazine— para la caza. Por eso una buena parte de las imágenes fueron tomadas en la manzana la calle 40ª Oeste, entre la 7ª y la 8ª avenidas, cerca de la sede laboral de la fotógrafa, a quien no importa tanto dar testimonio de la variedad de los barrios neoyorquinos, sino del caleidoscopio social y personal del que muestran las extremidades inferiores de las musas, de quienes no se revela ningún dato personal.

"Siempre enmarco la imagen de manera que la mujer aparece cortada por la cintura", explica Baker, que sigue con rigor el mismo proceso en cada toma: petición, posado y foto. El fondo de las fotos, por lo común paredes rugosas y con texturas constructivas, es buscado con esmero, para que contraste y realce el motivo principal. Los talones aparecen casi siempre alineados, mostrando el importante complemento del calzado, con el horizonte de la imagen, en este caso la línea donde la acera y la pared se unen. La franja de pavimento suele ocupar una sexta parte de cada imagen, todas en formato cuadrado.

Entre el estudio y la foto callejera

Con este "método disciplinado" —que fue perfeccionado a medida que avanzaba en el proyecto: las fotos iniciales eran más espontáneas y desordenadas, dando cancha al ambiente bullicioso circundante—, Baker ha compuesto una colección que se acerca a los retratos de estudio y tiene elementos de foto callejera, pero sin el caos urbano habitual.

El conjunto de imágenes refleja, por un lado, la diversidad de las figuras femeninas desde un punto de vista anatómico —largas, cortas, gruesas, delgadas, tonificadas, con o sin grasa en la cintura, de caderas estrechas o anchas, de pieles tan variadas como las razas y sus mezclas...— y, por otro, muestran la personalidad de cada modelo y la imagen que desea transmitir: hay fotos de chicas y mujeres con polainas, mini y maxifaldas, jeans, mallas, shorts, leggins, pantalones de campana o tubo...

'Se pavonean'

"No es de extrañar que esta serie haya sido recibida con tanto entusiasmo por la comunidad de Instagram", escribe en el prólogo del libro Kathy Ryan, directora de fotografía de The New York Times Magazine y jefa de Baker . "Lo que podría haber sido considerado como un proyecto de objetivación o explotación de los cuerpos de las mujeres tiene en este proyecto el sentido opuesto (...) La inmensa mayoría de los seguidores de Stacey son mujeres que se ven con orgullo y se pavonean potenciando modos de expresión personales. La serie se ha convertido en un homenaje a la diversidad de las formas femeninas", añade.

La prologuista añade una segunda reflexión, relacionada con "la facilidad de hacer fotos con un teléfono celular", que "ha provocado una revolución en la fotografía". Para Ryan las imágenes tomadas con smartphones son "las más potentes para aprovechar la tecnología en beneficio de la moda y para compartir la visión de otras personas".

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