Cinco policías muertos y otros nueve heridos es el balance del ataque de varios francotiradores al paso de una manifestación contra la violencia policial en el centro de Dallas (Texas, EE UU).

El principal sospechoso de la agresión se atrincheró después del tiroteo en un aparcamiento público del centro de la ciudad y allí permaneció varias horas rodeado por la Policía antes de morir por una explosión controlada por la policía mediante un robot-bomba a control remoto. El hombre mantenía negociaciones con la Policía, había asegurado que tenía varias bombas en todo el edificio y en el centro de la ciudad. Según Los Angeles Times, ha sido identificado como Micah X. Johnson, de 25 años de edad, vecino de Dallas y no cuenta con antecedentes penales ni está vinculado a grupos terroristas.

El jefe de la Policía de Dallas, David Brown, ha afirmado en una rueda de prensa que el sospechoso quería matar a agentes de policía y a "gente blanca". Al parecer, el presunto asesino estaba muy disgustado por las recientes muertes de ciudadanos negros a manos de policías blancos.

"Quería matar policías, y dijo que quería asesinar a gente blanca, a policías blancos. Nada de eso tiene sentido, no existe una razón legítima para hacer daño a los demás", ha dicho el jefe de Policía.

Durante la negociación, el presunto autor habia amenazado con explosionar bombas. "Nos ha dicho que 'el final se acerca' y que piensa matar a más agentes", aseguró un portavoz policial a la prensa. La Policía mantuvo cerrada una amplia zona del centro de la ciudad e investigó paquetes sospechosos sin que hallara explosivos.

Brown ha añadido que se cree que el sospechoso no pertenecía a ningun grupo y actuaba de forma solitaria.

La Policía de Dallas indicó mediante un comunicado que varios de 9 heridos se encuentran en condición "crítica" y que al menos dos han tenido que ser operados. Dos de los cinco polícias muertos han sido identificados como Brent Thompson y Patrick Zamarripa.

El de este jueves por la noche ha sido el peor ataque contra agentes de la Policía en suelo estadounidense desde el 11-S.

Loretta Lynch, fiscal general de Estados Unidos, ha dicho en rueda de prensa que "la violencia nunca es la respuesta". Lynch ha matizado que hay que "garantizar que todas las personas tengan justicia con la ley" y que deben "trabajar para que todos tengan cuidado con las armas que usan".  Además, invitó a reflexionar sobre "la clase de país que queremos construir" e invitó a rechazar "estos impulsos de ira".

El suceso ocurrió mientras miles de personas se manifestaban por las calles de las principales ciudades de EE UU, entre ellas Nueva York, Washington, Los Ángeles y Chicago para protestar por la violencia policial contra los negros, que en las últimas horas se ha cobrado otras dos vidas.

La manifestación más masiva fue la de Nueva York, donde una multitud ocupó la céntrica plaza de Times Square y sus aledaños al grito de "Las vidas negras importan" y "Manos arriba, no disparen", portando carteles en los que podían leerse consignas como "Paren a la Policía, la brutalidad y los asesinatos".

Las fuerzas de seguridad neoyorquinas alertaron por megafonía de que iban a proceder a arrestar a los manifestantes que bloqueasen el tráfico y no siguiesen sus indicaciones, tras lo que varios de ellos fueron esposados y trasladados a un autobús.

La familia de uno de los negros muertos por policías, Alton Sterling, al que mataron esta semana en Luisiana, en el sur de EEUU, pidió este viernes calma tras la matanza.

"Mantenemos que los agentes que violan la confianza pública y su formación no se deben tomar como representativos", dice en un comunicado la familia de Sterling, al que dos policías blancos dispararon el martes a quemarropa cuando lo tenían sometido en el suelo en la ciudad de Baton Rouge, en Luisiana.

"Responder a la violencia con más violencia no es una solución", continúa el comunicado, ya que la muerte de Sterling era el principal motivo de la manifestación que comenzó de forma pacífica anoche en Dallas y desembocó en el tiroteo.

Sólo unas horas antes de las protestas, el presidente de EE UU, Barack Obama, que asistía a una cumbre de la Otan en Varsovia, reconoció la gravedad de la violencia policial y aseguró que las muertes de los ciudadanos negros es algo por lo que "todos deberíamos estar  preocupados".

Esta viernes Obama pdió que se le mantuviese al corriente de cualquier novedad, se indica en un comunicado de la Casa Blanca. Ya en rueda de prensa en Varsovia, Obama ha dicho sentirse "horrorizado" por lo sucedido en Dallas y ha defendido la buena labor de la mayoría de los policías en el país.

El rey de España, Felipe VI, ha enviado un telegrama al presidente de los EE UU, Barack Obama, en el que le traslada "toda la cercanía, solidaridad y apoyo" en nombre del Gobierno y del "pueblo español" por el "violento e inhumano ataque" cometido en Dallas en un tiroteo que ya ha causado la muerte a cinco agentes de Policía.

Por otro lado, el presidente Barack Obama llega este sábado por la noche a Sevilla para llevar a cabo la primera visita a España de un presidente estadounidense en 15 años, y que ha decidido mantener a pesar del ataque en Dallas.

La única modificación que Obama ha hecho a su programa en España es la cancelación de un encuentro con jóvenes españoles previsto en la tarde del lunes en Madrid, por lo que adelantará así unas horas su regreso a EEUU.