Decálogo para soportar el calor dentro de casa (sin aire acondicionado)

Las casas, mientras más preparadas, más confortables y menos calurosas. Por eso, los promotores incluyen en sus memorias constructivas elementos aislantes en ventanas o muros, pintura y material exterior que capte o repela el calor -según necesidades orografías- e, incluso, orientaciones pensadas para los rigores estivales e invernales. Además, junto a la calefacción es frecuente que las nuevas viviendas incluyan preinstalaciones de aire acondicionado centralizado para toda la casa.

Sin embargo, un alto porcentaje del parque de vivienda no tiene estas medidas y muchas casas carecen de aire acondicionado a pesar de ser un electrodoméstico cotidiano en España. Y cuando llega la canícula, hay lo que hay, por lo que conviene recurrir a remedios básicos para mantener la casa lo más fresca posible. Este es el decálogo de supervivencia:

1.La regla de oro. Durante el día, dependiendo de la temperatura exterior, las ventanas cerradas, las persianas (preferiblemente blancas) bajadas, y las cortinas (a poder ser tupidas y opacas) corridas. Y si se tiene toldo (elegir colores exteriores claros) bajarlo cuando el sol esté dando en la fachada.

En los días que más apriete el calor, no abrir hasta varias horas después del ocaso, pues la temperatura no empieza a bajar inmediatamente. El momento más frío del día es el amanecer. No dejarse las ventanas abiertas cuando se salga de casa, aunque en esos momentos haga fresco.

2.Ventilación. No obstante, la casa debe ventilarse a primera hora de la mañana o mejor durante la noche para que bajen las temperaturas alcanzadas durante el día. Conviene provocar corrientes entre ventanas.

3.Viste ropa fresca en casa. Evitar tejidos sintéticos, que transpiran peor, y ropa ajustada. El lino y el algodón son los mejores. Los colores solo afectan si nos exponemos a los rayos solares.

4. Viste también la casa de verano. Es momento de guardar las alfombras y los cojines de los sofás y de cambiar las sábanas preferentemente por unas de algodón. Los colchones suelen tener un lado de verano y otro de invierno. Los de viscoelástica, por su configuración, retienen el calor corporal y generan una mayor sensación de calor.

5. Comida ligera. La alimentación es otro elemento que permite rebajar la temperatura, si no la ambiental, sí la corporal. Comidas con mucho líquido -ensaladas, frutas- e ingerir bebidas y abundantes.

Por otro lado, usar el horno o la plancha de cocina sube la temperatura de la casa. La campana extractora puede contribuir a renovar el aire y rebajar la temperatura de la cocina.

6. Iluminación. Aunque la venta de bombillas incandescente está prohibida desde septiembre de año pasado y los focos halógenos correrán la misma suerte el año que viene, hay que recordar a aquellos que no las hayan sustituido que, además de consumir más, generan mucho más calor que las bombillas LED.

Hay que tener en cuenta que ver la televisión o utilizar el ordenador con la luz apagada no es bueno para la vista.

7. Aparatos del hogar, por la noche. Preferentemente utilizar algunos electrodomésticos, como el lavavajillas, la lavadora o la plancha de la ropa, por la noche. En definitiva, son máquinas que desprenden calor. Igual pasa con los televisores o los ordenadores. Por este motivo, no conviene ver la televisión o utilizar los portátiles en el dormitorio inmediatamente antes de dormir

8. Aislar las habitaciones, cerrando las puertas y regar el suelo de la terraza si se tiene cuando ha alcanzado una temperatura alta.

9. Uso del espacio. Si se tiene una vivienda con dos plantas, la baja es más fresca. Incluso hay quien habita los sótanos para poder dormir mejor. Y si se tiene jardín o plantas (muy adecuadas para el verano), regarlas pero cuando el calor haya dejado de apretar. Es una manera de refrescar el ambiente.

10.Abanico. Finalmente, no debemos olvidar el abanico, que de tantos sofocos salvó a nuestras abuelas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento