Dieciséis juguetes que ocho expertos recomiendan para poner en la carta a los Reyes Magos

Algunos de los juguetes recomendados por los expertos.
Algunos de los juguetes recomendados por los expertos.
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Algunos de los juguetes recomendados por los expertos.

En esta época, los juguetes están más que presentes en muchos hogares. Por un lado por su elección, por la confección de una carta que es un compendio de ilusiones. También por su adquisición, que a veces se lleva a cabo entre serias dudas de si ese juguete cumplirá las expectativas infantiles, tendrá calidad suficiente y será adecuado a los gustos y edad del niño.

¿De dónde salen proceden las peticiones infantiles? Salvo raras excepciones, del bombardeo publicitario, de los catálogos de juguetes que ofrecen las tiendas de juguetes y las grandes superficies, de la adoración a determinados personajes televisivos, de lo que ya conocen por haberlo jugado en casa de familiares y amigos  y, cada vez más, de lo que ven en los 'unboxings' y a los youtubers (algo que puede complicar sobremanera los encargos y explica, por ejemplo, que se abunden en España clasificados con el juguete mexicano de moda).

José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, recomienda que los padres participen activamente en la confección de esa lista de peticiones: "Hay que tener en cuenta los gustos y deseos de los niños, pero también es preciso el criterio de los padres para que sean cosas adecuadas a su edad, porque los niños tienen tendencia a elegir juguetes para más mayores".

¿Cómo acertar? Pastor destaca que "hay mucha información disponible en Internet" sobre los juguetes y que, si es posible, "la experiencia física me parece imprescindible y muy enriquecedora". Y recomienda la anticipación en las compras, "después de hacer el trabajo de, a los deseos del niño, añadirle además el criterio del padre, como luego no encuentres el juguete va a ser muy frustrante, con lo cual es importante que aprovechen los primeros momentos de campaña, cuando la oferta es más amplia y todo está disponible".

Se trata de un esfuerzo que dura cada vez menos años. El presidente de la AEFJ reconoce que los niños dejan de comprar juguetes a edades más tempranas: "El juguete tradicional puede caminar hacia arriba en el tramo de edad gracias a los avances tecnológicos: los teledirigidos, los drones...  Tanto que a veces no sabes si estás ante un juguete o ante un producto de consumo tecnológico. Pero entre los 9 y 10 años  estaría de forma general nuestro tope".

En torno a los nueve o diez años los niños dejan de pedir juguetes, aunque estén en una edad en la que deberían seguir jugando. "Los americanos que lo acuñan todo lo llaman 'kids getting older younger (KGOY)'. Los niños se nos están haciendo mayores a edades cada vez más tempranas. Es el estilo de vida que tenemos, de ocuparlos; por tanto cada vez les queda menos tiempo, espacio y compañeros para la actividad propia de la infancia, que es el juego. Jugar es algo que los expertos siguen recomendando a esa edad y no en vano es un derecho reconocido por las Naciones Unidas".

Las recomendaciones de los expertos

Para facilitar la elección, para tal vez servir de inspiración, hemos pedido a ocho expertos que son pedagogos, divulgadores, científicos, psicólogos... que nos recomienden dos juguetes que consideran divertidos y educativos, uno pensado para la primera infancia y otro para niños más mayores. Juguetes que conocen de primera mano.

Patricia del Castillo es bibliotecaria, cuentacuentos y autora del blog Trastadas de Mamá, especializado en cuentos y juguetes. "Uno de mis juguetes estrella para los pequeños de la casa es, sin duda, La Granja de Lego Duplo (99 euros). Un regalo que suelo recomendar siempre y que permite horas y horas de juego. Bloques de construcción, animales e incluso un pequeño tractor que nos ayudará a realizar las tareas del campo. Ordeñar vacas, recoger el heno, dar de pastar a las ovejas... Mil y una historias en un juguete que puede recogerse fácilmente en una caja de almacenaje".

En cuando a los niños algo más mayores, Patricia recomienda Electrocefa con 100 circuitos electrónicos (39 euros). "Para las mentes más inquietas es un juego que permite adentrase en el mundo de la electricidad y los circuitos. Un total de 100 retos en los que se deben colocar diferentes elementos como interruptores, placas base, circuitos, hélices o bombillas. Cada reto es un poquito más difícil que el anterior y permite al niño no sólo divertirse construyendo sino también conocer las bases de la electricidad".

Teresa Valdés-Solís Iglesias es ingeniera química y doctora en Tecnologías del Medio Ambiente. Científico del CSIC e investigadora en el Instituto Nacional del Carbón,  es, además, autora del blog sobre ciencia, energía, medio ambiente y divulgación Ciencia y Presencia y presencia habitual en el evento científico con vertiente infantil Naukas.

Para la primera infancia recomienda Roll & Play (ThinkFun, 26 euros). "Cuando los niños cumplen dos años parece que no hay juguetes adecuados para ellos. Los que les apetecen (y a nosotros) siempre son para +3 y los otros nos parecen de bebés. Este juego está recomendado a partir de 18 meses, aunque mi experiencia indica que necesitan un poco más de tiempo. Imitar sonidos, reconocer colores, partes del cuerpo y jugar con el resto de la familia hace que este juego sea una apuesta ganadora para los más peques. Además es un juego con recorrido, incluso años después continúan jugando".

Teresa tiene dos niños mayores de 6 años que tienen aficiones completamente distintas, pero destaca como regalo que satisfará a ambos el robot Zowi de BQ,"porque tiene esa parte de juguete y esa parte de reto que resulta tan atractiva a estas edades" y porque " ambos han descubierto el Scratch Jr y se están iniciando en esto de la programación".

No obstante, el juguete destacado para niños mayores y para jugar en familia es el juego de memoria Ciencia a pares de Principia (10 euros). "Es un juego de memoria, pero en lugar de buscar dos imágenes iguales hay que relacionar cada científico y cada científica con su descubrimiento. Divertido y educativo, y no solo para los niños y las niñas".

Alba Alonso Feijóo es doctora en Filología Inglesa y maestra y autora de la iniciativa Real Kiddys, que emplea el hashtag #soyquiendecide y lucha por la igualdad entre niños y niñas, por erradicar estereotipos de género, también desde la elección de juguetes. Se define como "apasionada por la infancia e intentando mejorarla", la iniciativa .

¿Qué juguete recomienda para la primera infancia? "Me voy a decantar por un muñeco, un Action Dolls de Boy Story (19,95 euros). Siempre hablamos del mundo de las muñecas, pero es que apenas hay muñecos en los juguetes de nuestra infancia. Por eso una idea tan sencilla como la creación de un muñeco niño me parece fantástico. Con un juguete como este haremos más fácil que los niños (varones) se integren en el juego simbólico creado alrededor de muñecas y muñecos. Un tipo de juego donde el lenguaje, la creatividad y la imaginación no tienen fin. Además cada uno de estos muñecos (en principio solo han sacado dos) tiene su propia historia escrita en un cuento que la acompaña. Y no solo rompen con los estereotipos de género en el mundo de las muñecas sino que también rompen con otros estereotipos ya que Billie, uno de los muñecos, es de raza negra. Otra buena razón para adquirir un juguete como este es que han producido una edición limitada de muñecos vestidos con un equipaje de fútbol #HeForShe donde un 35% de las ganancias irán destinadas a apoyar la igualdad universal. El siguiente paso sería que nos ofrecieran a estos dos muñecos representados en algún mundo femenino para ser todavía más rompedores si cabe".

La recomendación para niños a partir de seis años es Circuit Cubes (Stem Teachers 59,95 euros). "Son unos bloques electrónicos que permiten que niños y niñas puedan añadir movimiento, luz y potencia a sus juguetes o proyectos escolares. Además este juguete fomenta la creatividad, porque no hay una única manera de hacerlo sino que cada participante o equipo podrá diseñar algo diferente, lo cual es genial. Me gusta porque es un juguete relacionado con el mundo STEM (acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering y Mathematics), tan clave hoy en día. Si queremos que nuestros niños y niñas se interesen por este mundo en el cual van a estar inmersos en un futuro, una buena manera es hacerlo a través del juego. Y por supuesto, me encanta que en sus campañas publicitarias haya tantas niñas como niños, rompiendo así con la idea de que las ciencias son cosas de niños".

Sònia López Iglesias es psicopedagoga, maestra en una escuela de Educación Primaria, y también realiza charlas formativas en escuelas de padres y otras asociaciones educativas. Es la autora del blog Equilibrium.

Para niños pequeños recomienda un juego de mesa, Trucky 3 (Smart Games, 43 euros). "Es un juego de mesa de lógica y orientación espacial para niños de a partir 3 años. Un juego lleno de desafíos".

Para los más mayores, también un juego de mesa, pero muy distinto: Emötiö (20 euros), que incluye cuarenta cartas, un dado y un libro explicativo que es también un diccionario de emociones. "Es un juego que pretende potenciar la inteligencia emocional, fomentando la aceptación y la comunicación de las emociones para desarrollar la autoestima, la empatía y las buenas relaciones. Un juego que yo recomiendo para niños a partir de 6 años, aunque la web pone a partir de 4. A ambos juegos he jugado y son cien por cien recomendables".

Gemma Almena es psicóloga, sexóloga, orientadora en un centro escolar y madre de tres hijos. "Elegir un juguete va a depender muchísimo de cada familia. En mi caso, opto por juguetes respetuosos con el entorno (muy lejos de esos donde el plástico y las pinturas o tintes son los protagonistas) y que fomenten el juego libre", explica.

Teniendo todo eso en cuenta, para los niños más pequeños recomienda el Arcoíris Waldorf. "A partir de los 10 meses para el arcoíris mediano y grande, se trata de un juguete compuesto por varios arcos de madera y es ideal porque está hecho en madera resistente y con tintes naturales, es un objeto poco estructurado que fomenta el uso de la imaginación del niño y es atemporal y puede acompañar al niño a lo largo de los años precisamente porque con él los niños y niñas aprenden, exploran y pueden inventarse sus propias construcciones y juegos. Tiene infinitas formas de jugar. Cuando ves el juguete, lo primero que te inspira es que se parece mucho a un juego de construcción y en cierto modo, lo es, con él los niños y niñas practican formas donde interviene el equilibrio y la simetría ya que permite levantar estructuras estables. Es muy versátil porque también da pie al juego simbólico donde cada niño y niña puede idear escenarios e imitar acciones y situaciones de la vida real".

Gemma explica que lo podemos encontrar en colores pastel (suelen ser más económicos) o bien en colores  más intensos. También hay diferentes tamaños y su precio oscila entre los 13 y los 85 euros.

Para niños a partir de ocho años recomienda Suspend (17 euros). "Este juego lo descubrimos en las navidades pasadas y fue una adquisición para mi hijo que entonces tenía 11 años. Fue toda una adquisición no solo para él, sino para toda la familia: es un juego que contiene 24 piezas que deben ir colocándose para mantener el equilibrio de la estructura que se va formando. Las piezas son de diferente longitud y con diversas formas de manera que según la pieza que haya que colocar, el juego se va haciendo cada vez más complejo. Las piezas y su color se eligen según la tirada del dado que también está incluido. En este juego se ponen a prueba destrezas como la motricidad fina, pulso y concentración. Hay tres niveles de juego: iniciación, intermedio y experto".

Nuria Guzmán es psicóloga y cuenta con un máster en Neuropsicología y Educación. Nuria lleva desde 2012 trabajando con los juegos de mesa en la asociación Afim 21, que se creó "para dar respuesta a niños y adolescentes con necesidades educativas, con problemas emocionales o con muy pocas habilidades sociales".

Para la etapa de Infantil recomienda Abejitas Zum Zum (18 euros)."Es básicamente un juego de atención y memoria. A lo largo de la partida hay que mantener la atención constantemente en cada una de las colmenas que se levantas, eso permite entrenarla atención sostenida, imprescindible para cualquier proceso de aprendizaje. Me parece también un juego interesante para la familia, requiere también de una atención por parte de los adultos en el caso de que quieran ganar". Nuria recomienda además que "todos los juegos que son rápidos, como éste o como ¡Vaya Tomate!, Fantasma Blitz, Dobble, etc... que requieren o bien de velocidad de procesamiento o de invertir mucha energía en procesos atencionales, tienen que jugarse 'sin quemarlos', es decir son para jugar una vez y pasar posteriormente a otro juego que no requiera tanta atención y actividad intelectual. Sino provocaremos un rechazo".

Para niños mayores apunta otro juego de mesa que cree que "sería ideal" que estuviera en las aulas: Stone Age Junior (23,95 euros). "Un juego de memoria y de gestión de recursos, con un nivel de complicidad muy escaso. Los 'jugones' se echarán las manos a la cabeza probablemente, sin embargo es un juego que tiene un potencial muy bueno, permite el desarrollo de muchas de las competencias clave. Tiene relación con el currículo del aula; se puede usar el juego para trabajar de forma paralela en todas las asignaturas, tanto las matemáticas, como la lengua, como las ciencias naturales y sociales... permite que comprendan la prehistoria, cómo recolectaban, como gestionaban recursos para construir herramientas, etc."

Bei, más conocida por su popular blog de crianza y educación Tigriteando, es una educadora experta y da formación sobre el método Montessori y disciplina positiva.

"Para niños pequeñines un juguete que suele gustar mucho después de mis observaciones con mis hijas y otros niños es un circuito de bolas de este tipo (25 euros), sencillo a primera vista pero que permite establecer relaciones causa-efecto y practicar la motricidad fina. Otro material muy interesante que no requiere de mucha inversión es lo que llamamos panera de los tesoros, que simplemente consiste en recopilar objetos de distintos materiales, formas y texturas para ofrecérselo al bebé y que experimente con ellos. Por supuesto a estas edades el desarrollo motor es muy importante y aunque venden o se pueden construir siendo un poco manitas elementos como el triángulo y rampa Pikler con preparar nuestro ambiente para que permita el libre movimiento y/o salir mucho a la naturaleza es suficiente".

"Para los más mayores, un juego del que pueden participar niños de todas las edades es el que se construye con material desestructurado, lo que llamamos partes sueltas o loose parts en inglés, un tipo de juego sin ningún tipo de norma o finalidad más que expresarnos y dar rienda suelta a nuestra creatividad. No hay ningún material específico, pueden ser tronquitos de árbol, piedras recogidas del bosque, anillas de madera, bovinas, pequeñas gemas pulidas, monedas translucidas, etc, puede combinarse con otros materiales como la mesa de luz o la arena kinética. Una empresa que apuesta por este tipo de juego es Grapat y sus sets Los Nins (33 euros), de anillas y monedas es un buen material para empezar".

Óscar González es profesor de Primaria, escritor y conferenciante. También es el impulsor de EP Talento, una escuela de padres cuyo objetivo es "aprender para disfrutar educando".

Para la primera infancia también elige el Arcoíris Waldorf, y apunta al de tamaño grande, de doce piezas, (85 euros) que está recomendado de 12 meses a 10 años. "Se trata de un recurso pedagógico versátil muy utilizado en la filosofía Waldorf y Montessori. Observa a los niños jugar con el arcoíris y comprobarás las múltiples posibilidades que ofrece cuando les permitimos utilizar su imaginación: lo convierten en una casa para muñecas, en un circuito de carreras, en una cuna... tiene posibilidades infinitas, como la imaginación de nuestros pequeños".

Para niños más mayores escoge Math Dice Jr. (Think Fun. 16 euros), recomendado para niños de 6 a 10 años. "Se trata de fantástico juego de mesa en el que se fortalecen y desarrollan habilidades de cálculo mental (en este caso sumas y restas). Está diseñado para el juego rápido, para llevar de viaje y desarrollo de habilidades. Muy recomendable para nuestros pequeños".

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