La tecnología lo cambia todo; también el mercado laboral y las relaciones laborales. Ya no es que sea posible trabajar sin ir por la oficina o que la automatización se lleve por delante miles de empleos; es que también la tecnología puede hacer más vulnerable al trabajador frente al empleador. Hoy el empresario puede seguir y hasta espiar a sus empleados.

Existen dispositivos tecnológicos que permiten hacer un seguimiento pormenorizado de las actividades de sus trabajadores, de su localización física en cada momento e incluso controlar "de forma exhaustiva" la duración de sus descansos. Ya lo usan empresas como BP, Amazon o Tesco. La pregunta es obligada: ¿pone la tecnología en peligro la intimidad de los trabajadores?

En España, UGT cree que sí y por ello considera imprescindible una regulación de las tecnologías que permiten el seguimiento, también conocidas como wereables. Su creciente uso en las empresas puede poner en peligro la intimidad de los trabajadores y distorsionar las relaciones laborales.

El sindicato cree que en la actualidad España está en la antesala de una tendencia que busca el aumento de la productividad laboral, "soslayando los derechos y la intimidad de los trabajadores". En nuestro país, no existe aún una normativa "clara y de referencia" para el uso de esta tecnología que proteja al trabajador de "los peligros inherentes al uso malintencionado de sus datos personales". Todo ello, según UGT, puede produce un "peligroso vacío legal".

La organización sindical que lidera Pepe Álvarez advierte de que el uso de este tipo de herramientas puede desembocar en una hiperconectividad laboral que "rompa las barreras entre la vida personal y profesional" y que alejaría al país del derecho a la desconexión laboral. Por todo ello, exigirá que se establezcan límites y normativas que vigilen el funcionamiento de las 'wereables', su impacto sobre las condiciones laborales y la eficacia real que tienen.

Para garantizar y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en España, UGT considera que es imprescindible anticiparse a los nuevos modelos productivos y a la digitalización del trabajo.