Carmena retrasa a 2019 el carril bici y la ampliación de aceras de la calle Alcalá

  • El Ayuntamiento ha tomado la decisión para no superar el techo de gasto fijado para este año. 
  • La reforma de Alcalá contempla actuaciones similares a las que se están ejecutando en la Gran Vía. 
La reforma parcial empezará en el cruce de la calle Alcalá con la Avenida de Daroca.
La reforma parcial empezará en el cruce de la calle Alcalá con la Avenida de Daroca.
JORGE PARÍS
La reforma parcial empezará en el cruce de la calle Alcalá con la Avenida de Daroca.

El Ayuntamiento de Madrid  ha decidido retrasar el inicio de las obras de mejora previstas en un tramo de la calle Alcalá hasta el próximo año 2019. Las primeras actuaciones planificadas entre la zona de Ventas y Quintana (Ciudad Lineal)deberían haber empezado a principios de verano, pero las piquetas tardarán aún en llegar unos cuantos meses más. "El proyecto está redactado y se empezará a hacer en 2019", señalan a 20minutos fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible. Las mismas fuentes han explicado que la razón del aplazamiento es la imposibilidad, en estos momentos, de hacer frente al coste económico de los trabajos debido a que eso supondría superar el techo de gasto marcado por el Ministerio de Hacienda para este año. 

La reforma del tramo de la arteria a su paso por el distrito de Ciudad Lineal no se ha descartado definitivamente hasta hace pocos días. La intención del Consistorio, en principio, era que las actuaciones en la calle Alcalá se realizarán con cargo a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS). Este instrumento permite a los ayuntamientos que no hayan sobrepasado los límites de deuda utilizar el remanente de tesorería (el ahorro generado del ejercicio anterior) para ejecutar en dos años inversiones con un mínimo de vida útil de cinco años. Sin embargo, al parecer, no hay dinero suficiente y se ha decidido atender otras necesidades más urgentes que tiene la ciudad y que quedaron pendientes el año pasado. El remante de tesorería del Ayuntamiento de Madrid fue de 1.116 millones de euros en 2017

Las obras de Alcalá, enmarcadas dentro del Plan A de Calidad del Aire, son similares a las que actualmente de se están ejecutando en la Gran Vía. Su finalidad es reducir el espacio para el vehículo privado para dejar más espacio para el peatón, la bicicleta y el transporte público.

En concreto, los trabajos están previstos en dos tramos. El primero abarca desde el cruce de Alcalá con la Avenida de Daroca, pasado el Puente de Ventas, hasta el cruce con la calle de la Argentina, junto a la Plaza de Quintana. La vía tendrá un carril bus de bajada, un carril bici de subida y un carril por cada sentido para el tráfico de vehículos. En esta zona, las aceras serán remodeladas pero no ampliadas.

Por su parte, el segundo tramo discurrirá entre Quintana hasta el cruce de la avenida Alfonso Paso, justo antes de llegar al centro comercial Alcalá Norte. Habrá un carril por sentido para todos los vehículos (coches, furgonetas, autobuses, motos, taxis y bicicletas) con la velocidad máxima limitada a 30 kilómetros por hora. 

85 nuevas plazas

La remodelación prevista en esta parte de la calle Alcalá traerá consigo la pérdida de plazas de aparcamiento, aunque el Ayuntamiento asegura que con la reubicación de las plazas de aparcamiento en las calles Gómez de Avellaneda y Collados se ganarán 85 plazas nuevas. Las 46 plazas de carga y descarga se situarán en las calles perpendiculares a Alcalá, al igual que las paradas de taxi. Respecto a los giros a la izquierda, se suprimirán todos excepto cuatro: a la calle Gutierre de Cetina, José María de Pereda, Alcalde López Casero y de Argentina.

División de opiniones

Los comerciantes no han mostrado mucho entusiasmo por el proyecto municipal. José García, presidente de la asociación Comercial Quintana, explicó que en el barrio ya hay problemas de aparcamiento sin contar con la reducción de plazas que implicaría la ampliación de aceras y afirmó que "el coche y el comercio va unido, guste o no""El mercado de Quintana es un mercado tradicional y ya nos cuesta subsistir como para que encima nos lo pongan más difícil", lamentó García, propietario de una charcutería con más de 50 años. El presidente de los comerciantes cifró entre 30 y 40 el número de plazas de aparcamiento que ha perdido la zona con la realización de semirotondas y vatició la pérdida de medio centenar tras la reforma: "Ya he perdido a varios clientes por los problemas para aparcar que hay en el barrio". Por su parte, los vecinos se mostraron a favor del proyecto, aunque con alguna pega. "La mayoría estamos a favor del proyecto porque las aceras necesitan un arreglo urgente, aunque creemos que en el tramo de Quintana a Pueblo Nuevo se puede colapsar el tráfico", afirma Ana Martínez, presidenta de la asociación vecinal Quintana.

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