Reducir las listas de espera va a ser "el gran reto" de la atención sanitaria en la Comunitat Valenciana y una de las prioridades estratégicas de la nueva consellera de Sanidad, Ana Barceló, en lo que queda de legislatura. Apenas un mes después de su toma de posesión, Barceló ha comparecido este jueves en Les Corts para exponer las líneas maestras de su gestión, que será continuista en cuanto al seguimiento de las medidas incluidas en el Pacte del Botànic, pero con un estilo menos beligerante en cuanto a la colaboración público-privada si esta es útil, por ejemplo, para reducir la demora quirúrgica.

De hecho, Barceló ha afirmado que se valdrá "de todos los mecanismos" que hay a disposición de la Conselleria para bajar de los actuales 99 días de demora media para operaciones no urgentes (programadas), como el plan de choque que deriva pacientes a clínicas privadas a través de conciertos, o el plan puesto en marcha para abrir los quirófanos por las tardes para practicar más cirugías.

Para ir más allá, la titular de Sanidad ha anunciado que su departamento trabaja en el diseño de un plan de colaboración interno para que equipos de otros hospitales puedan operar a pacientes procedentes de otros departamentos de salud.

Hace un año, la demora media estaba en 104 días, pero se llegó a disparar hasta los 123 en septiembre de 2017. En diciembre, volvió a caer hasta los 103 días, y el último dato, de marzo de 2018, es de 99 días y de 63.545 personas a la espera de una operación. Neurocirugía, con 148 días, traumatología (126), cirugía plástica (126) y cirugía pediátrica (120) son las especialidades con mayor retraso, y el mayor número de pacientes se acumula en traumatología (20.689), oftalmología (14.173) y cirugía general (10.302), según la contabilidad oficial de la Conselleria.

Según ha manifestado la titular de Sanidad Universal y Salud Pública, los pacientes "no pueden ser solo un número. Son personas, con un proyecto de vida y desde la Administración no se puede añadir más dolor e incertidumbre a quienes esperan un tratamiento", ha aseverado.

También ha anunciado que incidirá en la universalidad de la atención sanitaria y en la extensión de las ayudas frente al copago farmacéutico, que próximamente beneficiarán también a las familias monoparentales con rentas bajas, para lo que se habilitará una partida de 5 millones de euros. Además, se aplicará la cirugía menor ambulatoria en los  centros de atención primaria y, entre 2018 y 2019, se sacarán a oposiciones 10.400 plazas.

Otro de los matices que se pueden advertir a la hora de comparar la gestión que anuncia Ana Barceló respecto a su antecesora, Carmen Montón, es la intención de acompañar las reversiones de departamentos de salud de gestión privada hacia el sistema público "con todas las garantías jurídicas, con diálogo y cooperación con la empresa concesionaria". El proceso con el área de La Ribera estuvo plagado de dificultades y enfrentamientos, un escenario de Barceló no desea repetir en las negociaciones abiertas para la vuelta a la gestión directa del departamento de salud de La Marina.