"Prohibido niños a partir de las 5 de la tarde". La polémica norma de un restaurante alemán

El restaurante alemán Oma´s Küche prohibe entrar a niños a partir de las 5 de la tarde
El restaurante alemán Oma´s Küche prohibe entrar a niños a partir de las 5 de la tarde
OMA'S KUCHE
El restaurante alemán Oma´s Küche prohibe entrar a niños a partir de las 5 de la tarde

De un restaurante que se llame 'La cocina de la abuela', uno espera cocina tradicional, decoración clásica y, sobre todo, ambiente familiar. Y en Oma's Küche (Binz, Alemania) todo eso se cumple, pero sólo hasta las 5 de la tarde.

Y es que este restaurante alemán ha instaurado una política de cenas en la que los niños de menos de 14 años tienen vetado el acceso a partir de las 5 de la tarde.

Por supuesto, la polémica está servida. Y la verdad es que las explicaciones del dueño no ayudan demasiado. Y es que, según comenta, está harto de "lidiar con padres que no saben controlar a sus hijos".

De todos modos parece que el detonante de esta polémica medida fueron un par de niños que estropearon unas fotos antiguas del restaurante.

Aunque cabe preguntarse si los niños sólo rompen cosas por las noches -al mediodía pueden ir sin preocuparse-, según el dueño su único objetivo es que el restaurante se convierta en un "oasis de paz".

El restaura Oma's Küche avisa en su web de la política sobre niños.
El restaura Oma's Küche avisa en su web de la política sobre niños.

Aunque legal y habitual en, por ejemplo, numerosos hoteles que se declaran sólo para adultos, este tipo de políticas siempre resultan contrevertidas y difíciles de aceptar para muchos padres. De hecho, el tema es de lo más recurrente, y cada cierto tiempo aparece el caso de un bar o restaurante que aplica este tipo de políticas y acaba retirándolas ante las críticas.

Sin ir más lejos, hace unos meses un bar de Salamanca se atrevió a instaurar una medida similar -en realidad sólo pedía a los padres que se hicieran cargo de los menores-, pero tuvo que retirarla y pedir perdón por el aluvión de críticas.

Una cuestión delicada que promete seguir dando mucho que hablar en los próximos años y que, en todo caso, obliga a preguntarse si lo que molesta en los restaurantes son los pequeños o los clientes maleducados y que hablan más alto de lo debido. Independientemente de su edad.

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