PP y Cs bloquean la reforma de urgencia del Senado que permitiría a Sánchez agilizar sus Presupuestos para 2019

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su comparecencia hoy en el Congreso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su comparecencia hoy en el Congreso.
EFE/Chema Moya
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su comparecencia hoy en el Congreso.

La mayoría formada por el PP y Ciudadanos ha impedido este martes que el Congreso tramite por procedimiento de urgencia el decreto ley para modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el objetivo de eliminar la capacidad del Senado de vetar los Presupuestos Generales del Estados (PGE), lo que en la práctica supondría evitar que el PP bloquee con su mayoría absoluta en la Cámara Alta las primeras cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez. En su lugar, se ha acordado tramitar la modificación por el procedimiento ordinario, lo que retrasará la reforma.

La decisión ha provocado indignación en el grupo socialista, cuya portavoz, Adriana Lastra, ha acusado a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, de hacer "filibusterimos político" y de saltarse el informe de los letrados que, según ha asegurado, indicaban de manera "muy clara, urgencia y lectura única".

"Ha sido algo inaudito, por primera vez la Mesa de la Cámara toma una decisión como la de hoy de no tramitar por vía de urgencia y lectura única una proposición de ley", ha dicho Lastra, que ha recordado que la decisión no debería haberse tomado en la Mesa, sino que debería haberse elevado a los portavoces y, finalmente al Pleno del Congreso.

No obstante, el PSOE no dejará aquí el asunto, porque en cuanto la proposición de ley se tome en consideración, en principio la semana que viene, volverá a pedir al Pleno que sea tramitado por procedimiento de urgencia, según ha explicado Lastra, que ha acusado a Pastor de querer "hurtar el debate al Pleno de la Cámara", acerca de una iniciativa que busca eliminar la capacidad que tiene el PP en el Senado, por su mayoría absoluta, para bloquear los Presupuestos.

"La señora Pastor empieza a parecerse más a (el presidente del PP) Pablo Casado que a una presidenta del Congreso", ha criticado la portavoz socialista al término de la reunión con el resto de portavoces del Congreso.

Papel excesivo del Senado

Desde su punto de vista, la paralización que ha decretado este martes la Mesa del Congreso del procedimiento de urgencia que pidió el Gobierno para modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria es antirreglamentaria. Unidos Podemos también apoya la urgencia para cambiar la Ley en lo relativo al papel, excesivo según estos partidos, que se atribuye al Senado, que de manera excepcional puede rechazar los Presupuestos que apruebe el Congreso.

En la actualidad, el PP tiene mayoría absoluta en el Senado, de manera que incluso aunque Sánchez lograra un apoyo suficiente en el Congreso para aprobar sus cuentas para el año que viene, los de Pablo Casado podrían rechazarlo.

El veto del PP en el Senado fue una de las razones que grupos desde Unidos Podemos hasta el PNV rechazaron el pasado mes de julio el techo de gasto que presentó el Gobierno como primer paso para aprobar los Presupuestos de 2019.

Además de las diferencias de fondo, en la forma vinieron a decir que era inútil entrar en ellas si después el PP iba a rechazarlo en la Cámara Alta.

Que el PP no condicione

Así, junto a la preparación de un techo de gasto, que finalmente no llegará en el plazo previsto de final de septiembre, retrasando todo el trámite presupuestario, PSOE y Unidos Podemo convinieron una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para evitar que el Senado, es decir, la mayoría absoluta que el PP tiene allí, condicionara la aprobación de las cuentas.

El Gobierno aprobó este verano un decreto ley para modificarlo, por un procedimiento un tanto excepcional tratándose de una ley orgánica, y por procedimiento de urgencia, para que diera tiempo a ver el techo de gasto y los presupuestos de 2019 a tiempo, algo que ya se asume que no ocurrirá, porque Sánchez indicó este lunes que presentará su propuesta de Presupuestos en noviembre o diciembre, esto es, un mes antes de enero, cuando deberían entrar en vigor.

Este martes, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha señalado que el escenario con el que trabajan es que entren en vigor en febrero y, de esta manera, se acaben las especulaciones sobre si Sánchez convocará elecciones si no consigue aprobar los Presupuestos.

Sin embargo, estos planes han descarrilado, en principio, este martes en la reunión de la Mesa del Congreso, donde el PP y Ciudadanos han unido sus votos para impedir que se elimine con urgencia una traba, la del bloqueo del PP en el Senado, a unas cuentas para las que ya de por sí Sánchez tendrá dificultades en encontrar una mayoría en el Congreso.

Ciudadanos quiere debatir, pero con calma

Este verano, el PP anunció un recurso ante el Tribunal Constitucional contra esta modificación y este martes ha sumado sus votos a los de Ciudadanos para que la eliminación del veto del Senado a los Presupuestos se haga mediante un procedimiento ordinario, de proposición de ley y presentación de enmiendas que retrasará todo el proceso, en contra de los intereses del Gobierno para aprobar sus cuentas.

Según habían indicado antes fuentes de Ciudadanos, en lugar de la "barbaridad jurídica" que quiere cometer el Ejecutivo presentando un decreto ley, este partido quiere tramitar la reforma de manera ordinaria, es decir, mediante un proyecto de ley, que admitiera enmiendas de los grupos en el Congreso y que, por tanto, postergaría el procedimiento, con el efecto práctico de demorar la aprobación de los Presupuestos para 2019, que el Gobierno quiere tener listos para el mes de febrero.

No obstante, fuentes de Ciudadanos han apuntado que la modificación podría estar lista para diciembre, aunque afirman que no depende de ellos y sí de las enmiendas que quieran presentar los grupos.

Una de ellas sería, en todo caso, la propuesta del partido naranja para que, aunque el Senado no pueda vetar los Presupuestos, el Congreso tenga que reforzar su mayoría para aprobarlos después de que hayan sido rechazados por la Cámara Alta. Así, rechazan una mayoría simple y piden que el Congreso tuviera que aprobarlos por tres quintos, es decir, 210 diputados, mucho más de los 176 que hacen la mayoría absoluta que ya le costará reunir al Gobierno del PSOE, con solo 84 diputados.

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