El PDeCAT ha retirado la moción que había pactado con el PSOE esta misma tarde sobre el diálogo político con Cataluña y que se había de votar este jueves en el Congreso. Tanto los socios de gobierno de ERC como la CUP había mostrado su malestar con el diputados del PDeCAT: ERC ha anunciado que se abstendrá y por tanto peligra la votación en el Congreso; y la CUP ha amenazado con manifestaciones independentistas con el Ejecutivo de Quim Torra.

La moción pactada remarcaba que el diálogo sobre el futuro de Cataluña se debe producir "sin imposiciones ni impedimentos" y con la aspiración de "acordar los cauces legales y democráticos que permitan a la sociedad catalana determinar su futuro en el marco del ordenamiento jurídico vigente".

El debate de la iniciativa, consecuencia de la interpelación sobre esta cuestión que el PDeCAT dirigió el pasado 20 de junio a la ministra de Administración Territorial, Meritxell Batet, se ha producido este miércoles en el Pleno del Congreso aunque no se votará hasta este jueves.

Al final del debate, el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, había anunciado que su formación aceptaba la enmienda planteada por los socialistas y que ha defendido en la tribuna el diputado del PSC José Zaragoza.

ERC ha criticado el pacto y el diputado Gabriel Rufián ha anunciado en su cuenta de Twitter que se abstendrá.

La CUP ha acusado al PDeCAT y al PSOE de "vulnerar gravemente la voluntad del pueblo" al pactar una una moción en el Congreso que insta a la Generalitat y al Estado al diálogo dentro de la ley.

En un comunicado, la formación anticapitalista ha subrayado que esta misma semana, durante la Diada, "más de un millón de personas salieron a la calle para reivindicar el derecho al ejercicio de la autodeterminación".

El PSOE y el PDeCAT han pactado un texto que insta al Gobierno de Pedro Sánchez a abrir un proceso de diálogo político con la Generalitat "sin imposiciones ni impedimentos", "en el marco de la legislación vigente".

"Es una muestra más de la intención de cerrar en los despachos lo que la gente, de forma autoorganizada, ha conseguido reivindicando en las calles", ha criticado la CUP.

Para los 'cupaires', la votación de refuerza la idea de que el Govern practica el "procecismo 2.0", ya que habla "simbólicamente" de implementar la república mientras, en paralelo, "regresa a la gestión neoliberal de una autonomía sometida".

"Solo se puede confiar en la fuerza de la gente y en la organización popular de base", ha resuelto la CUP, que anima a la gente a "empujar a las instituciones" para ejercer la autodeterminación y para recuperar los derechos sociales "para las clases populares".