La empresa sueca de muebles y objetos del hogar IKEA ha acordado indemnizar con 46 millones de dolares (41 millones de euros) a los padres de un bebé de dos años que falleció tras ser aplastado por uno de sus muebles.

El accidente ocurrió en mayo de 2017 cuando una cómoda Malm, cuyo peso es de 32 kilos, cayó sobre el niño mientras dormía en su habitación en California. Dicho mueble ya había sido retirado del mercado un año antes por motivos de seguridad luego de que otros tres niños fallecieran en circunstancias similares. 

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"Si bien ningún acuerdo puede alterar los trágicos eventos que nos trajeron aquí, por el bien de la familia y todos los involucrados estamos agradecidos de que este litigio haya llegado a una resolución", señalaron por su parte los representantes de IKEA, al reiterar sus condolencias a los afectados y comprometerse a abordar el tema de la seguridad de sus productos.

Los abogados estiman que este sería la mayor indemnización de este tipo en la historia de Estados Unidos. Los padres de Jozef Dudek dicen estar devastados por la perdida y esperan que su historia sirva para que algo así no vuelva a ocurri en el futuro. La familia donará un millón de dolares para las asociaciones de consumidores que se encargan de denunciar este tipo de situaciones. 

IKEA ya tuvo que pagar 50 millones de dolares por la muerte de Camden Ellis, Curren Collas y Ted McGee, tres niños que murieron en circunstancias similares. El acuerdo del juicio hizo que la empresa sueca se comprometiera a vender solamente aquellos muebles que cumplen los estándares de seguridad permitidos.