¿Dejarías que un robot te cosa después de una operación? Esta inteligencia artificial les está enseñando a hacerlo

Mucha confianza hay que tener en la inteligencia artificial para dejar que un robot cosa nuestra piel. Motion2Vec es como se llama el algoritmo desarrollado por investigadores de la Universidad de Berkeley (California), en colaboración con Intel y Google AI.

De momento, este robot capaz de suturar tiene un mínimo margen de error que lo hace inservible para el cuerpo humano, pero lo seguirán perfeccionando. En las pruebas realizadas logró una precisión de segmentación del 85,5% en promedio, con un error de precisión de 0,94 centímetros. No, tranquilos, las pruebas no se realizaron con humanos.

Un robot limpiador que aprende mediante realidad virtual, la solución a la ingrata tarea de higienizar los baños públicos

Este producto de inteligencia artificial consiguió tener capacidades para la cirugía, como suturar o insertar agujas, gracias a un modelo conocido como ‘siamese network’ –red siamesa–. Es decir, tras la visualización de un buen número de vídeos públicos de JIGSAWS, con cirujanos reales realizando cirugías reales. Recibió, por separado, datos de dos redes iguales y, posteriormente, se agruparon de una manera semisupervisada.

De una manera similar a Word2Vec y Grasp2Vec, explican sus creadores, Motion2vec “aprende un espacio de funciones de integración profunda al reunir segmentos de acción similares junto con el aprendizaje métrico en una red siamesa”. Los análisis, explican, se realizaron con diferentes combinaciones de enfoques supervisados y no supervisados.

Da Vinci, el robot que cose tras una operación gracias a la inteligencia artificial

Los datos obtenidos para pasar a la fase de experimentación los incrustaron en el robot Da Vinci (de doble brazo). Los resultados de la efectividad del robot que cose la piel son los antedichos. Todavía queda trabajo por delante.

De momento, mejor nos conformaremos con los robots que cocinan o limpian y ya llegará el momento de poner nuestro cuerpo en sus manos. O no.