La mujer de Bill Cosby rompe su silencio y opina que el movimiento #MeToo es racista

El actor estadounidense Bill Cosby abandona el juzgado después del primer día de su juicio por cargos relacionados con una presunta agresión sexual en 2004 en Norristown, Pensilvania, Estados Unidos.
El actor estadounidense Bill Cosby.
TRACIE VAN AUKENEPA / EFE
El actor estadounidense Bill Cosby abandona el juzgado después del primer día de su juicio por cargos relacionados con una presunta agresión sexual en 2004 en Norristown, Pensilvania, Estados Unidos.

En teoría, el caso estaba cerrado desde que en diciembre del año pasado un tribunal de Pensilvania rechazase la apelación del actor Bill Cosby, reafirmando así su condena a pasar un máximo de diez años de cárcel, de los que debería cumplir al menos tres, por haber drogado y agredido sexualmente a una mujer en 2004.

A sus 82 años, y en la prisión de máxima seguridad en Skippack, el que fuera uno de los cómicos más famosos del planeta se había de resignar a aguantar ese década, en el caso de la pena mayor, entre rejas. También su esposa, Camille Cosby, que no había querido hacer declaraciones públicas.

Hasta ahora. El movimiento #MeToo ha conseguido que la Corte Suprema de Justicia del susodicho estado norteamericano revise el fallo emitido y permita que hasta otros cinco denunciantes testifiquen que Cosby les dio Quaaludes (una droga de efectos sedantes e hipnóticos), lo que podría acarrear, claro, un aumento de la sentencia.

Pero Camille está "muy, muy satisfecha" con esta decisión, porque de esta forma un tribunal de apelaciones revisará el caso. "El tribunal más alto del estado ha dicho: 'Espera un momento. Hay algunos problemas aquí. Pueden ser considerados para una apelación'", ha declarado a ABC News.

En cuanto a cómo ve a su esposo desde 1964, ha manifestado: "A mi esposo le está yendo muy bien. Hace ejercicio y come adecuadamente. Estoy feliz por eso. Y en cuanto a lo de visitarlo, no. No quiero ver a mi esposo en ese tipo de ambiente, y él tampoco quiere que le vea en un lugar así".

Camille, productora de televisión, cree que lo que le ha ocurrido a su marido es fruto del racismo que hay en el movimiento #MeToo. "En primer lugar, no me importa lo que sientan", dejó claro antes de dar su opinión, atizando soslayadamente a quienes testificaron en el juicio penal contra su esposo, dado que no presentaron pruebas.

"El movimiento #MeToo y otros movimientos como este tienen una ignorancia intencional relacionada con la historia de las mujeres blancas en particular, no de todas las mujeres blancas, sino con algunas mujeres blancas en concreto", ha comenzado diciendo.

"Ellas, desde el principio, cuando se relacionaban con los esclavos africanos, acusaron a los hombres negros de agresión sexual sin ninguna prueba, ninguna prueba en ningún lugar de la faz de la Tierra", ha clamado Camille, que siempre ha sido uno de los grandes apoyos de su marido desde que lo acusasen formalmente en 2005.

Camille ha relacionado lo que le ha ocurrido a su esposo con la masacre racial de Tulsa, Oklahoma, en 1921, y con la historia de Emmett Till, un niño afroamericano de 14 años que fue secuestrado, linchado públicamente y asesinado después de que varios testigos (blancos) asegurasen que había silbado a una mujer blanca en una tienda de comestibles en Money, Misisipi, en 1955. Ella misma admitió años más tarde que Emmett nunca le silbó.

"El paralelismo es siempre lo mismo de antaño sobre ciertas mujeres blancas que hacen acusaciones contra hombres negros que no están comprobadas: el resultado fue Emmett Till, mutilar su cuerpo de la forma en que lo hicieron, que fue tan real y profundamente horrible", ha argumentado.

"Me refiero a que hay una falta de palabras para ese tipo de odio. Pero mira: hace años entrevisté a los supervivientes de los disturbios de Tulsa, Oklahoma, en el 21", rememora, "y ese fue otro caso de una mujer haciendo una acusación de agresión sexual contra un hombre negro. Y todos sabemos cómo acabó aquello".

Es por ello que Camille Cosby está deseando que las actuales protestas raciales en Estados Unidos se "focalicen". "Estoy muy preocupada por ver a tantos jóvenes con períodos de atención de nanosegundos. No pueden estar simplemente saltando de un movimiento a otro", estima, a la vez que finaliza con una frase del icónico activista y escritor James Baldwin, sobre quien el documental nominado al Oscar I am not your negro versa: "La ignorancia, aliada con el poder, es el enemigo más feroz que puede tener la justicia".

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