Todas las empresas españolas están obligadas desde este miércoles a realizar un registro de los sueldos de sus trabajadores, una medida con la que se pretende acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres. Algunas, sobre todo las más pequeñas, han manifestado tener dificultades para implantarla, por lo que el Gobierno, junto a los agentes sociales, ha creado una herramienta que ya está disponible. 

El registro del salario de empleados ya es obligatorio: ¿en qué consiste? ¿puedo ver el sueldo de los compañeros?

Conocida como IR (Igualdad Retributiva), estas son las claves de un mecanismo que ha sido presentado este jueves en el Ministerio de Trabajo.

¿Dónde se puede encontrar y qué coste tiene?

La herramienta para el registro retributivo es de acceso público y abierto y está disponible en la web del Ministerio de Trabajo. También se puede descargar desde la página Igualdad en la Empresa del Instituto de las Mujeres, perteneciente al Ministerio de Igualdad.

Totalmente gratuita, se trata de un modelo voluntario al que las empresas pueden recurrir si tienen problemas para elaborar el registro o no saben cómo hacerlo. 

¿Cómo se utiliza?

Sus responsables aseguran que se trata de una fórmula "sencilla e intuitiva". Consiste en un fichero de Excel en el que hay que incorporar los datos que se solicitan y a partir de ellos, la aplicación realizará, de forma automatizada, las tablas y los cálculos necesarios para el análisis. 

Para facilitar su uso, el Instituto de las Mujeres ha elaborado una guía que también se puede consultar de forma online. "Al realizarse todas las operaciones de forma casi automática, un conocimiento de Microsoft Excel a nivel usuario es suficiente", apunta el documento, que además se acompaña de un ejemplo práctico para poder entender mejor los pasos a seguir. 

¿Qué datos hay que incluir y qué periodo abarca?

El documento debe incluir a todos los empleados por cuenta ajena y tiene que contener los valores medios salariales, complementos y percepciones extrasalariales de la plantilla, desagregados por sexo y distribuidos por grupos profesionales, categorías o puestos de trabajo según la jornada u hora trabajada.

La hoja de cálculo pide de cada trabajador datos como la antigüedad, el departamento al que pertenece, el puesto que ocupa, el sueldo y los complementos que percibe de forma detallada, el porcentaje de jornada y el tipo de horario que realiza, o su nivel de estudios. Respecto a su periodo de vigencia, el registro hará referencia a un año natural, "sin perjuicio de las modificaciones que fuesen necesarias en caso de alteración sustancial de cualquiera de los elementos".

Carlos Gámez

¿Qué resultados aporta y quién tiene acceso a ellos?

Los resultados se expresan a través de porcentajes. Si el valor es positivo significa que la cantidad correspondiente a las mujeres es inferior a la de los hombres en la cifra que se refleje. Si es negativo, la interpretación es la contraria.

"Este instrumento permitirá realizar un diagnóstico pormenorizado de la situación en las empresas, con el objetivo de aportar información detallada sobre la realidad retributiva entre hombres y mujeres en los espacios de trabajo", afirman desde el ministerio y señalan que en caso de detectar una desigualdad en el promedio de las retribuciones superior al 25%, "la compañía deberá justificar las causas de esta diferencia con el propósito de evitar incurrir en una discriminación por género".

Los datos recogidos en el registro estarán a disposición de la representación legal de los trabajadores y de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Los empleados podrán consultar la información promediada.

¿Quiénes la han elaborado?

La IR es fruto del acuerdo entre los ministerios de Trabajo e Igualdad, la CEOE, Cepyme, CC OO y UGT. Por eso el acto en el que ha sido presentada ha contado con las intervenciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la de Igualdad, Irene Montero; la presidenta de la Comisión de Igualdad de la CEOE, María del Val Díez; la directora del Departamento Sociolaboral de Cepyme, Teresa Díaz de Terán; la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, y la secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente.

Todas ellas han puesto en valor el clima de diálogo alcanzado entre los agentes implicados -empresas, sindicatos e instituciones- para aflorar la desigualdad salarial existente y poner en marcha mecanismos para cerrarla. Díaz ha destacado asimismo que "esta es una herramienta que se nutre de las experiencias de otro países pero que contempla las peculiaridades propias del tejido productivo español, nutrido fundamentalmente por pymes". "En unos meses conoceremos la realidad de nuestras empresas y podremos hacerla más justa", ha añadido Montero.

La IR se nutre de las experiencias de otro países pero contempla las peculiaridades propias del tejido productivo español

"La brecha salarial es una realidad cuyas causas son muy complejas, ya que intervienen factores culturales, elecciones familiares, roles enquistados, falta de corresponsabilidad y herencias mal evolucionadas", ha apuntado por su parte Del Val Díez, por lo que ha confiado en la utilidad de esta herramienta que "las empresas estaban esperando". A ello Díaz de Terán ha agregado que "hay que seguir dando pasos" en el camino hacia la igualdad. Desde CC OO, Vicente se ha alegrado de que este sistema vaya a permitir conocer elementos como los complementos salariales, "que suelen obedecer a criterios discrecionales y que benefician más a los hombres", y desde UGT, Antoñanzas ha remarcado que estarán "exigentes y vigilantes con el cumplimiento de la ley". 

La desigualdad retributiva entre hombres y mujeres se sitúa en el 21,41%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Si el descenso de medio punto que se registró en 2018 respecto a 2017 se mantuviera constante en el tiempo se necesitarían 43 años para que desapareciera.