Así es el Rey del Cachopo: acusado de descuartizar a su novia, dice que es inocente y prevé "sorpresas" en el juicio

Cartel de la desaparición del Rey del Cachopo.
Cartel de la desaparición del Rey del Cachopo.
SOS DESPARECIDOS
Cartel de la desaparición del Rey del Cachopo.

La Audiencia de Madrid comienza este lunes el juicio contra César Román, conocido como el Rey del Cachopo, que se enfrenta a 15 años y cinco meses de prisión por supuestamente matar y descuartizar en agosto de 2018 a su pareja, Heidi Paz.

Román, de 45 años, siempre se ha declarado inocente. Antes de ser detenido, su fama se debía a sus cualidades gastronómicas, pues su local A Cañada estaba especializado en el cachopo y había recibido algunos premios gastronómicos.

Ascenso fulgurante

El empresario tuvo un ascenso fulgurante y en apenas año y medio abrió cinco locales e impulsó una franquicia. Llegó a la cumbre cuando decidió comprar un local más grande en Lavapiés por 70.000 euros, un traspaso que supuestamente se hizo efectivo con un cheque que no tenía fondos. Después fue acumulando deudas también con sus empleados.

Las cosas se torcieron en el verano de 2018. En agosto, sus amigos y familiares denunciaron su desaparición. Afirmaron que su pista se había perdido el 30 de julio, e iniciaron una búsqueda por redes sociales y carteles solicitando información sobre su paradero. 

La maleta y la huida a Zaragoza

Unos días antes de desaparecer, Román había alquilado un local en Usera. El 13 de agosto los bomberos acudieron a apagar un pequeño incendio, y hallaron en el sótano una maleta que contenía el torso y varios miembros de una mujer, aunque sin cabeza. 

Los análisis posteriores de ADN demostraron que esa mujer era Heidi Paz Bulnes, de 25 años, nacionalidad hondureña y madre de dos menores que vivían en ese país. Había sido la última novia que se le había conocido a Román.

En noviembre comenzó la búsqueda de Román por su posible relación con la muerte de la joven hondureña. Y fue entonces cuando la propietaria de un local de Zaragoza, Raquel Contreras, se dio cuenta que el cocinero que había contratado recientemente era el fugitivo, pero con barba y más delgado. Vio su foto por televisión y dio aviso a las autoridades, que detuvieron al presunto homicida el 16 de noviembre de 2018. 

Homicidio y profanación de cadáver

Ahora, la Fiscalía le acusa de los delitos de homicidio y profanación de cadáver con las circunstancias agravantes de parentesco y de cometer los hechos por motivos de género, mientras que la acusación particular solicita 26 años de prisión por asesinato.

La primer sesión del juicio comienza este lunes con la elección de los nueve miembros del jurado popular que enjuiciará a Román, que declarará el martes defendiendo su inocencia. El acusado argumenta que Heidi pudo ser víctima de una banda de narcos porque había contraído una deuda.

Recientemente su nueva letrada ha presentado informes de tres expertos en criminología que concluyen que "no existe una sola prueba" de que cometiese el crimen, debido a contradicciones o incongruencias de los testigos y que la investigación policial arrancó "en un punto erróneo" y además adolece de "errores".

"Sorpresas" en el juicio

La defensa de Román confía en dar la vuelta al caso. El Rey del Cachopo está "bastante nervioso" ante el inicio del juicio, h declarará el martes, cuando ha anunciado que habrá "bastantes sorpresas".

"Esta ansioso porque salga el juicio, porque sabe que es inocente y quiere que lo vea todo el mundo", ha explicado su letrada Ana Isabel Peña.

La defensa ha aportado recientemente a la causa nuevas pruebas documentales y dos informes, uno de ellos del profesor de Criminalística Luis Duque y otro firmado por los criminólogos Carmen Balfagón y Ramón Chippirras, con los que pretende desacreditar la versión de la Fiscalía.

"No existe una sola prueba en todo el sumario que vincule al empresario César Román con el hallazgo de una mujer cuyos restos se encontraron en una nave dentro de una maleta", explica la letrada en un comunicado en el que detalla la conclusiones de los expertos de parte.

Informes a favor de Román

Para estos tres profesionales "varias de las declaraciones de los testigos principales no se sostienen en la argumentación practicada por los investigadores", como la del taxista que explicó que llevó al acusado el día 5 de agosto de 2018 a un local del distrito madrileño de Usera con una gran maleta.

Sobre este testigo explican que el GPS del vehículo taxi sitúa el fin de la carrera en la avenida donde el empresario tenía sus oficinas, y no en el local en el que apareció el cuerpo de Heidi Paz, "lo que confirmaría la veracidad de su declaración judicial", según su defensa.

Los tres expertos en Criminomología coinciden en que los informes forenses demuestran científicamente que Heidi Paz falleció alrededor del 10 de agosto, por lo que no pudo transportar ningún cadáver cinco días antes.

Y consideran altamente improbable que la maleta encontrada en la nave con parte del cuerpo de Heidi fuera el troley que trasportaba Román el día que cogió el taxi, ya que no se ha encontrado ninguna huella o rastro de ADN del taxista en la maleta y este último confirmó que la subió y bajó del taxi, además de existir "serias desavenencias respecto a su peso y color".

Los criminalistas detallan que no se sabe dónde murió la víctima y la investigación "partió de un punto erróneo", ya que en la casa de César Román no se halló sangre y no hay indicios de que allí "se hubieran realizado acciones para la ocultación o eliminación de posibles vestigios".

También sostienen que hay lagunas e incógnitas en torno a la investigación policial, con "errores tan graves como que la nave estuvo completamente abierta durante días sin precintar correctamente, lo que dará lugar a la anulación de algunas pruebas, o registros practicados sin autorización judicial".

Sin embargo, el letrado de la familia de Heidi cree que estos informes suscitan "serias dudas" y se centrará en defender que Román cometió un asesinato y se fugó a Zaragoza, donde fue detenido tres meses después de que se encontrase el cuerpo de la víctima, con identidad falsa y con un aspecto físico diferente.

Pidió ser cocinero

Preso en la cárcel de Soto del Real, Román pidió a un educador ser cocinero, pero no reunía los requisitos de confianza para ello.

El recluso ha llegado a aprovechar el derecho a una videconferencia con su hermana para utilizar un teléfono móvil prohibido para salir en un programa de televisión. Y con un minúsculo móvil, concedió una entrevista para un podcast de Spotify.

Román ya había pisado antes la cárcel, en concreto la gaditana de Puerto II en 2008 por lesionar a un cliente con un vaso en un bar. También fue condenado a 15 meses de cárcel por saltarse una orden de alejamiento de su exmujer y maltratarla en presencia de su hija.

Saltarse las reglas de la cárcel también le ha costado otros tipos de condena, como privarle del paseo.

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