A FONDO | Tensión y bombas disuasorias entre Rusia y el Reino Unido, ¿qué está pasando en el mar Negro?

El presidente ruso, Vladimir Putin, presenta su informe anual sobre el estado de la nación, este miércoles, ante el Parlamento en pleno en Moscú (Rusia).
El presidente ruso, Vladimir Putin.
EFE/ Maxim Shipenkov
El presidente ruso, Vladimir Putin, presenta su informe anual sobre el estado de la nación, este miércoles, ante el Parlamento en pleno en Moscú (Rusia).
Un barco militar ruso ha realizado este miércoles disparos de advertencia y un avión ha lanzado bombas contra un destructor de la Royal Navy británica.

El mundo se mueve, y lo hace a un ritmo vertiginoso. No pasa un día sin un acontecimiento que mueve, de una forma u otra, los cimientos del orden internacional. Este miércoles un caza ruso realizó un bombardeo de advertencia cerca de un destructor de la Armada británica después de que este se introdujera en las aguas territoriales de Rusia cerca de la península de Crimea. ¿Dónde está el quid de la cuestión? En que el acto fue anunciado por Moscú, pero el Gobierno del Reino Unido lo negó casi al instante. Estas son las claves del caso:

¿Qué ha pasado?

Todo empezó a moverse este miércoles cuando el Ejecutivo de Vladimir Putin anunció los movimientos. La nota precisa que las fuerzas rusas alertaron al destructor británico, situado cerca de la península de Crimea -que está bajo el control ruso después de la guerra de 2014- de que harían uso de las armas en caso de que se produjera una "violación de la frontera estatal", un anuncio ante el que el buque británico no habría reaccionado. Posteriormente, casi a las 12.30, el destructor abandonó las aguas en cuestión, siempre según la versión del Kremlin.

En cambio, el Gobierno de Johnson negó que se produjera disparo alguno de advertencia en el mar negro y aseguró que el barco se encontraba navegando en aguas ucranianas realizando un "paso rutinario por un corredor internacionalmente reconocido".

"El buque de la Armada Real está navegando de forma inocente por aguas territoriales de Ucrania de acuerdo con el Derecho Internacional", refleja el documento del Ministerio británico, que explicó que las fuerzas rusas se encontraban en la zona realizando una maniobra militar. "Ningún disparo iba dirigido al 'HMS Defender' y no reconocemos las declaraciones sobre el lanzamiento de bombas cerca del buque", añadieron desde Londres.

¿Por qué Moscú manda este mensaje?

Ante esta situación, las autoridades rusas han convocado al agregado militar de Reino Unido en Moscú poco después de que se registrara el incidente. "Tras el incidente protagonizado por un destructor de la Fuerza Naval británica, fue citado al Ministerio de Defensa ruso el agregado militar de la Embajada de Reino Unido en Moscú", señala una nota del Gobierno ruso. Y lo hace para mandar un mensaje de fortaleza en una zona que sigue siendo inestable.

Tanto la Unión Europea como el Reino Unido han mostrado ya en reiteradas ocasiones su apoyo a Ucrania en el conflicto, ahora más parecido a la Guerra Fría, con Rusia. El pasado mes de abril, precisamente, la Marina Real británica anunció el envío una serie de buques de guerra al mar Negro para "mostrar solidaridad" a Ucrania y a los aliados de la OTAN en la región. ¿El objetivo? Contener a Rusia.

Por su parte, la Unión Europea aprobó hace una semana una estrategia con la que intentará encauzar su relación con Rusia. Con ella buscará, simultáneamente, contener y hacer retroceder los desafíos de Moscú y buscar compromisos, haciendo "mejor uso" de herramientas como la transición a un consumo menor de gas. El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, apeló al "pragmatismo" y llamó a redirigir gradualmente una relación con Rusia con "considerable potencial" pero que nunca había estado en un "momento más bajo".

¿Qué papel juega Ucrania?

Ucrania es un actor fundamental en todo este asunto. Su presidente, Volodímir Zelenski, ha trabajado en los últimos tiempos por lanzar un nuevo pulso a Rusia, y ha encontrado el apoyo de la UE. Precisamente por ahí pasa una buena parte de su estrategia, con la que busca un acercamiento a Bruselas que, además, le permita una entrada en la OTAN. Eso, de todos modos, ahora mismo es muy complicado por los vetos que se puedan dar.

El acercamiento de la Unión Europea a Ucrania es inequívoco. A finales de 2020 Borrell viajó a Kiev y reiteró el apoyo de los Veintisiete a la soberanía e integridad territorial del e instó a Rusia a dar pasos para poner fin al conflicto en el Donbás y a la anexión ilegal de la península de Crimea. "No reconocemos ni reconoceremos la anexión ilegal de Crimea. El presidente Zelenski ha dado pasos importantes para crear más espacio para el diálogo y la diplomacia, e instamos a Rusia a corresponder a estos esfuerzos", recalcó entonces el jefe de la diplomacia europea.

¿Qué puede pasar en el futuro?

"Calificamos esto como una burda provocación británica que quebranta las normas internacionales y las leyes rusas", recalcó el Gobierno ruso para referirse a lo sucedido con el destructor. Los países de la OTAN han aumentado su actividad militar cerca de las fronteras rusas durante los últimos años. Y esa es la clave para el futuro: Rusia quiere desmarcarse de la OTAN por completo y llegar a plantarle cara, lo que equivale a plantársela a Estados Unidos.

¿En qué contexto nos movemos?

Estados Unidos y Rusia mantienen un lenguaje muy duro, aunque pueda parecer que este se suavizó tras el reciente encuentro entre Joe Biden y Vladimir Putin en Ginebra. El caso del opositor ruso Alexei Navalny desató las amenazas de Washington y Biden llegó a decir que si le sucede algo "las consecuencias serán devastadoras". Putin por su parte prefirió ser más cauto, pero las tensiones se mantienen e implican, aunque sea indirectamente, a otros actores.

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