Cuando las familias sí dejan ver 'El juego del calamar' a sus hijos pequeños: "Mejor acompañarles, es inevitable que les llegue"

Una imagen de la serie 'El juego del calamar'.
Una imagen de la serie 'El juego del calamar'.
YOUNGKYU PARK / NETFLIX / EFE
Una imagen de la serie 'El juego del calamar'.
Tráiler de ‘El juego del calamar’, el inesperado éxito de Netflix
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"¿Quién ha visto 'El juego del calamar'?", preguntó M. S. maestra en un colegio público de Valencia en su clase de tercero de Primaria (ocho y nueve años) la semana pasada. Para su sorpresa, de los once alumnos que tiene, nueve ya la habían visto y, de estos, "solo cuatro junto a sus padres. El resto, con los hermanos mayores o extractos que circulan por las redes sociales". 

El último fenómeno de Netflix, que se ha convertido en su estreno más visto, es el tema de conversación entre pequeños, adolescentes y adultos de los últimos días. Hasta los recreos de los colegios ha llegado la versión sanguinaria que la serie hace de los juegos infantiles de toda la vida. De forma figurada, eso sí. El asunto preocupa y ha llevado incluso a un colegio de Madrid a prohibir los disfraces relacionados con la serie para las próximas fiestas de Halloween.

En cambio, hay familias a las que no les parece mal que sus pequeños vean 'El juego del calamar'. Es el caso de Gemma Jiménez, contable de Getafe y mamá de Alejandro, un niño de 12 años "muy maduro" y "muy tranquilo". Es por ello que le ha dejado ver la ficción, de apenas nueve capítulos. "Con cinco años ya vio El Señor de los anillos. Primero la vimos nosotros y pensamos que no iba a ver nada que no hubiera visto ya con nosotros o que le fuera a suponer un drama. Alejandro es un niño muy noble y sociable", explica.

En esta familia, cada vez que terminan de ver una serie, película o finalizan un libro, realizan el "momento asamblea", en el que comparten impresiones y el padre y la madre explican a sus pequeños las situaciones reflejadas. "'El juego del calamar' es corta, la violencia no es constante, nos parecía que sumando todos los minutos no era tanto y que con nuestras explicaciones lo podía ver", explica esta mamá, que en cambio está esperando a ver 'Juego de tronos' "porque es muy extensa y no queremos que esté ocho meses viendo violencia".

Con ella coincide Vanesa Piñeiro, autora del blog 'Una madre como tú', que considera que la serie "no es para niños pero es inevitable que les llegue, vía memesTik Tok, amigos o hermanos mayores". Ante esa situación, explica, prefiere realizar una visualización acompañada e ir viendo si afecta al menor y si este o esta es capaz de procesar el contenido.

"Hay que ir parando y comentando. Ellos solos realizan una lectura más superficial"

Así lo acaba de hacer con su hijo mayor, de 11 años. Para afrontar este "aluvión", recomienda ver 'El juego del calamar' junto a ellos e "ir parando y comentando", así como "que los progenitores vean solos antes la serie para valorar". "Tiene ramalazos machistas que hay que explicar, igual que hay que poner en contexto la trama, que refleja la desesperación de personas en una situación muy desfavorable. Ellos solos realizan una lectura más superficial", advierte.

¿Dejas ver a tus hijos pequeños la serie 'El juego del calamar'?

Como hacen estas familias es como recomienda el psicólogo sanitario especializado en infantil y juvenil, Jacobo Ozores Eizmendi, que hace especial hincapié en que los preadolescentes de entre 10 y 12 años todavía tienen una estructura cognitiva por la que no terminan de entender bien qué es real y qué es ficción. Por ello, recomienda ver esta serie, catalogada para mayores de 16 años, bajo la supervisión de los progenitores. "Junto al visionado de la serie debe haber una explicación muy clara de lo que está pasando, de lo que está mal, de que la serie es ficción y de que en la vida real la violencia genera mucho sufrimiento, de las consecuencias de la violencia, etc.", le contaba a Andrea G. Bermejo.

Problema "sobredimensionado"

En la misma línea que las anteriores familias se pronuncia Eva González Mariscal, sevillana mamá de dos y emprendedora detrás de la consultora tecnológica Induscomp. Ella ha analizado desde la perspectiva de la educación social el fenómeno causado por esta serie y considera que la alarma en los colegios se ha "sobredimensionado" porque "no se ha observado en profundidad" por qué los niños y niñas están reproduciendo ciertas escenas de 'El juego del calamar' en los patios de los colegios.

González Mariscal, conocida en Twitter como @mamaconvergente, expone que los menores de 10 años no ven la serie solos "porque les resulta aburrido" o "tienen miedo a que les dé miedo", pero que imitan sus juegos porque les ha llegado por sus hermanos mayores o por Tik Tok -donde es tendencia- o YouTube, pues la iconografía de la serie es muy atractiva. Defiende que 'El juego del calamar "se ha convertido en parte de la cultura que están manejando" no observación propia, sino por imitación y por ser tendencia en las redes sociales.

"Es como hace años, cuando todos sabíamos quién era la niña de 'El exorcista' (1973) pero no habíamos visto la película porque nos daba miedo"

"Es como hace años, cuando todos sabíamos quién era la niña de 'El exorcista' (1973) pero no habíamos visto la película porque nos daba miedo. O por lo mismo que los niños y niñas juegan a vampiros pero no ven películas de vampiros". En este sentido, González Mariscal cree que el videojuego Fortnite, que "es el gran competidor de Netflix, pues cuando saca una versión nueva caen las visitas al portal de streaming" reproduce más violencia que 'El juego del calamar', ya que aquel es un juego en el que "niños de entre nueve y diez años quedan para pegarse tiros entre ellos".

Esta sevillana empezó a ver 'El juego del calamar' con su hijo de 12 años pero "se aburrió al segundo capítulo", pero entiende que la serie llama mucho la atención por su iconografía, como pasa con 'La casa de papel' o pasa con la figura de Frida Kahlo, imagen que se porta muchas veces sin conocer en profundidad su historia.

Otras series sobre las que recapacitar

La periodista valenciana Carla Bellveser, mamá de una niña de 15 años y un niño de 12, cuenta que su primogénita vio la serie sola "antes de que se pusiera de moda" y sin que ella se enterara. No le pareció mal. "La ha visto con otro filtro, como entretenimiento, como un juego de rol. Mi forma de verla ha sido totalmente diferente". 

"Como madre -continúa-, prefiero que me hable con libertad de las series que ve y poder comentarlas con ella. También he recapacitado con ella sobre series como 'Aquí no hay quien viva', para que se diera cuenta de que hay mensajes de odio hacia los inmigrantes, que son algo que puede suceder pero que no es normal... También hay una serie española que se llama 'Valeria', en la que un grupo de chicas está todo el rato buscando chicos para tener sexo. Le expliqué que eso no es la vida real, que las chicas no estamos todo el tiempo buscando novio. Por no hablar de 'Élite', que es para adolescentes... Prefiero que hablemos para que tenga claro qué es realidad y qué es ficción que preocuparme por cuatro tiros un poco gores en 'El juego del calamar', que tiene un montón de lecturas interesantes", expone. 

Bellveser cree, además, que si su hijo pequeño (de 12 años) le pidiera ver 'El juego del calamar', le dejaría verla. "Me preocupa más un lenguaje soez, el sexo malentendido (como se muestra en otras series), los botellones o las irresponsabilidades que una serie que hace pensar qué haríamos en situaciones límite", concluye.

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