La huida de una veintena de pasajeros de un avión que aterrizó este viernes de emergencia en el aeropuerto de Palma ha desconcertado a las autoridades españolas y a la Policía Nacional, que tratan de reconstruir los hechos en torno al avión marroquí, una especie de "patera aérea" que ha permitido la entrada irregular de personas en España.

"Es una situación insólita", ha valorado este sábado la delegada del Gobierno en las Islas Baleares, Aina Calvo. La llegada a suelo español de un grupo de migrantes, obligando a un aterrizaje de emergencia y huyendo a la carrera por las pistas del aeropuerto es un suceso "inédito, que nunca había pasado" en España, ha añadido Calvo.

Todo ocurrió a media tarde del viernes, cuando un Airbus A320 de la compañía Air Arabia Maroc que cubre la ruta Casablanca-Estambul solicitó un aterrizaje de emergencia a la torre de control del aeropuerto de Palma por un problema médico a bordo.

Según ha explicado la delegada del Gobierno en Baleares, la estación aeroportuaria de Palma es un "aeropuerto sanitario internacional", por lo que es "habitual" este tipo de solicitud de aterrizajes por una emergencia médica.

Falso coma diabético

Una vez ha aterrizado en la pista, sobre las 19.00 horas, las puertas del avión se abrieron para que el equipo sanitario pudiese atender al pasajero, un marroquí de 32 años que aparentemente sufría un coma diabético. El viajero fue trasladado entonces al hospital Son Llàtzer junto a un acompañante.

En el momento de la evacuación, hacia las 20.30 horas, una veintena de pasajeros formó un tumulto, salió del avión y se lanzó a la carrera por las pistas del aeropuerto, provocando su cierre durante horas, así como el desvío de decenas de vuelos.

Pocos minutos después, la Guardia Civil y la Policía Nacional acudieron al lugar de la fuga para iniciar la operación de búsqueda y detención de los pasajeros huidos del avión. 

Mientras tanto, en el hospital determinaron que el viajero que aseguraba encontrarse mal estaba en perfecto estado de salud, por lo que fue arrestado por entrar ilegalmente en España, así como por un presunto favorecimiento de la inmigración ilegal. El otro pasajero marroquí que le acompañó al hospital decidió darse a la fuga en cuanto llegaron al centro médico.

Sobre estos hechos, la delegada del Gobierno ha respaldado la decisión del comandante del avión de tomar tierra en Palma al asegurar que "existe un parte médico que le advierte de que hay un pasajero que no se encuentra bien", con independencia de la gravedad que se determine después.

Además, Calvo ha subrayado que en estos casos de emergencia por cuestiones sanitarias nunca está presente la Guardia Civil, que se encarga de la seguridad en los aeropuertos. Otra cuestión será, añade Calvo, que una vez concluida esta investigación todo este procedimiento deba revisarse ante un "acontecimiento inédito e insólito en este país", ha insistido.

¿Un plan orquestado o espontáneo?

Este intento de entrada ilegal en España ha dejado perplejas a las autoridades policiales y judiciales implicadas, cuya investigación apunta a tres líneas: localizar a las personas fugadas, revisar "qué sucedió" y si "es un hecho orquestado, planificado o más bien un hecho aislado", como parece en las pesquisas iniciales.

"Todos los escenarios están abiertos", ha subrayado Aina Calvo, si bien "no hay datos que lleven a pensar" que se trate de una operación orquestada por un grupo de personas, ya que algunos parece que tenían pasaporte para ir a Turquía y ninguno ha pedido asilo. 

La delegada del Gobierno ha señalado que "las hipótesis son varias", entre ellas, que obedeciese a una situación de "nerviosismo" entre algunos viajeros, puesto que "llevaban bastante tiempo ya aterrizados en el aeropuerto" mientras se atendía a la persona que se encontraba mal.

"Desconocemos exactamente y hay declaraciones que se mueven en direcciones distintas", se ha limitado a indicar Calvo, que ha explicado que se ha tomado declaración a todos los detenidos.

Lo que sí ha dejado claro la delegada del Gobierno es que, aunque no haya sido por mar, han entrado irregularmente en España y se les abrirá un expediente de devolución a su país, cuando la autoridad judicial lo determine.

Este intento de entrada ilegal se produce en un momento en que la inmigración irregular no deja de crecer en España: ha pasado de 4.552 llegadas por mar en 2014 a 40.106 en 2020. La ruta canaria es la más transitada, con 9.255 personas en los primeros ocho meses de 2021, si bien las llegadas a la Península y Baleares a través de la ruta argelina y la del Mar de Alborán (con 9.075 entradas) se han vuelto más habituales en los últimos tiempos.