Combatir las brechas de género en los ámbitos de la ciencia y la innovación, retener el talento y fomentar el interés hacia estas disciplinas desde las primeras etapas de la vida y aplicar una perspectiva de género en la investigación científica. Son las tres líneas en las que pretende trabajar el Gobierno para mejorar la situación de las mujeres en este sector, sobre todo porque desde 2016 ha ido disminuyendo el número de mujeres estudiantes e investigadoras.

Así lo pone de manifiesto el Ejecutivo en una declaración institucional aprobada este martes por el Consejo de Ministros con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra este viernes, 11 de febrero. 

"Alcanzar la igualdad real en el sector de la I+D+I ya no es solo una cuestión de justicia, sino también de necesidad. España está inmersa en una inaplazable transformación verde, digital y feminista basada en la investigación, las tecnologías y la innovación, donde se hallan las profesiones de calidad del futuro y donde hoy las mujeres son minoría. Sumar su talento es un reto de país esencial, porque sin el liderazgo, la  participación e influencia de las mujeres, la mitad de la población, no será posible una transformación efectiva, justa y socialmente sostenible", subraya el documento al que ha tenido acceso 20minutos. 

Abordar la desmotivación desde los libros de texto

Así, tal y como recalcó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, "combatir las brechas de género" en estos sectores es una de las "prioridades" del Ejecutivo. Uno de los retos que plantean abordar es la desmotivación progresiva que, de forma generalizada, se extiende entre las niñas y jóvenes, hacia las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). "Desde pequeñas, las chicas casi no encuentran mujeres científicas en sus libros de texto, donde solo aparecen un 7,5% de referentes femeninos", reza la declaración institucional. En esa línea, consideran "vital" visibilizar a las mujeres que investigan e innovan en los libros de texto de los colegios y universidades, "para ofrecer a las niñas espejos donde mirarse y despertar las vocaciones STEM". 

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Y es que, según indican, desde 2016 ha ido disminuyendo el número de mujeres estudiantes e investigadoras en estas disciplinas, con especial incidencia en las áreas de ingeniería y tecnología, donde su presencia se ha reducido casi un 7%, según un estudio de 2021 del Ministerio de Ciencia e Innovación. Algo más alta, pero igualmente inferior al de sus compañeros, es la tasa de presencia en los estudios de grado y máster, donde las mujeres representan un 25% del alumnado, cifra que varía en función del ámbito: en informática es del 12,9%; y de un 12% en ingeniería y arquitectura. Esta tendencia, recalca el texto, "se reproduce e incluso intensifica" en los estudios de Formación Profesional (FP) vinculados a familias profesionales tecnológicas, en cuyas clases únicamente el 7% son mujeres. 

Mejorar las condiciones y "retener el talento"

El segundo "gran reto" que se marca el Gobierno va enfocado a la vida profesional de las investigadoras. En ese sentido, buscan mejorar sus condiciones laborales y "retener el talento" femenino evitando que abandonen su carrera profesional por circunstancias que suelen afectar más a las mujeres hoy en día. 

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Pese a que realmente el número de mujeres que inicia una carrera científica en España (53% de doctoradas) es mayor al de la Unión Europea (48%), la proporción va descendiendo a medida que avanzan en su trayectoria. En otras palabras, se enfrentan aquí también al llamado "techo de cristal" que obstaculiza el ascenso: las mujeres representan el 41% de la comunidad investigadora, pero solo ocupan una cuarta parte de los puestos más altos. Concretamente, según otro estudio del Ministerio de Ciencia, el porcentaje de catedráticas o profesoras de investigación es de un 24%, y el de rectoras y directoras de institutos de investigación de un 23%. 

Los problemas para conciliar vida personal o familiar con profesional, la inestabilidad, las altas exigencias de dedicación o incluso otros motivos como las "barreras invisibles" que se levantan con los sesgos de género en algunos entornos son, según el texto del Ejecutivo, algunas de las causas que conducen a que muchas mujeres vayan abandonando la investigación. "Ante esta realidad, hemos de abrir los ojos, hacer visible lo invisible y actuar de forma valiente y decidida, combatiendo inercias y estereotipos, garantizando unas condiciones laborales dignas, fortaleciendo la corresponsabilidad y los servicios públicos que garantizan el derecho al cuidado, impulsando medidas que hagan sostenible la carrera investigadora con la vida y creando oportunidades para que las niñas y jóvenes puedan emprender y progresar en una carrera científica en igualdad, sin tener que elegir o sacrificar importantes facetas de su vida como la maternidad", subraya la declaración.

Ciencia inclusiva y con perspectiva de género

"El tercer ámbito sería asegurar una ciencia inclusiva que tenga en cuenta las necesidades, características y circunstancias de las mujeres y hombres por igual, incluyendo la perspectiva de género en la investigación científica", explicó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.  

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Inciden en este punto por el hecho de que solo un 23% de las propuestas que se presentan a convocatorias de investigación y desarrollo integran la dimensión de género en el contenido de sus proyectos. Es decir, que menos de una cuarta parte tiene en cuenta el impacto de sus investigaciones en las mujeres. "Necesitamos una ciencia que también sea capaz de dar respuesta a grandes tabús con sello femenino como es la salud mental, en un momento en que la ansiedad y la depresión afecta al doble de mujeres que de hombres", asevera el documento.