Los efectos de la huelga indefinida de transportistas, que ha parado los camiones de miles de trabajadores que exigen la mejora de sus condiciones laborales y protestan por la subida del precio de los combustibles, han comenzado ya a notarse en los supermercados españoles, y ya se han producido los primeros cierres en los establecimientos físicos por la falta de productos, según recoge El País.

La cadena alemana Lidl comunicó este viernes que sus tiendas de las calles Ezcurdia y Pérez de Ayala de Gijón (Asturias) cerraban sus puertas durante toda esa jornada acusando la falta de suministro, aunque este sábado volvían a ofrecer su servicio al público.

Tras siete días ininterrumpidos de paro en el transporte, el impacto comienza a extenderse hacia otros sectores de la economía. En la hostelería, los negocios ya empiezan a verse afectados por la falta de productos frescos y algunas empresas ganaderas denuncian haberse quedado ya sin alimento para hasta 100.000 cabezas de ganado, según denunció este sábado Jóvenes Agricultores de Menasalbas (Toledo).

Las ministras de Asuntos Económicos, Hacienda y Transportes se reunirán este próximo lunes con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) para estudiar la situación del sector, protagonista de una huelga que amenaza con provocar desabastecimientos.

Así lo anunció este viernes a última hora del día el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, donde tendrá lugar la reunión con el órgano sectorial que hace las veces de interlocutor con el Gobierno.