Roman Abramovich y miembros del equipo negociador ucraniano, con síntomas de envenenamiento

Roman Abramovich, en foto de archivo.
Roman Abramovich, en foto de archivo.
Instagram
Roman Abramovich, en foto de archivo.
Roman Abramovich, en foto de archivo.
INSTAGRAM / ATLAS

Miembros del equipo negociador ucraniano en las conversaciones con Rusia para parar la guerra presentan síntomas de envenenamiento, y también el magnate Roman Abramovich, que ha intentado ejercer como mediador. La inflamación en los ojos, el lagrimeo o el picor en la piel son algunos de los elementos que algunos integrantes de la delegación de Kiev han estado expuestos a sustancias venenosas, según ha adelantado The Wall Street Journal y Bellingcat que añaden, en todo caso, que la vida de los implicados no corre peligro.

Desde que empezaron a experimentar los síntomas, su situación ha mejorado y los medios que han adelantado la información creen que la responsabilidad del presunto envenenamiento recae en un sector de la inteligencia o de la política rusa que es contrario a que se pare la guerra en Ucrania. Esta noticia, además, se conoce solo unas horas antes de que las negociaciones entre las partes se retomen de forma presencial en Turquía.

Abramovich estuvo viajando entre Leópolis, Moscú y otras capitales en sus esfuerzos de mediación entre los gobiernos ruso y ucraniano, y aunque se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, este último no resultó afectado, según confirmó su portavoz, citado por el diario. Las fuentes precisaron que era difícil determinar si el posible envenenamiento fue causado por un agente químico o biológico, o si se trató de una radiación electromagnética.

El historial de Rusia detrás de envenenamientos presuntamente perpetrados por el régimen de Putin es amplio. Uno de los casos más sonados fue el del exespía Alexander Litvinenko, que fue envenenado con polonio a través de un té contaminado que tomó en un céntrico hotel de Londres. Su familia sostiene que Moscú está detrás de la muerte de Litvinenko, aunque evidentemente el Kremlin siempre ha negado su implicación. Hasta su fallecimiento fue un sonado crítico de la deriva de Putin y de los servicios secretos rusos.

Pero quizás el más sonado es el de Alexei Navalny. El considerado como principal opositor a Putin se encuentra en prisión, de donde no saldrá al menos en la próxima década al estar acusado por el Kremlin de numerosos delitos. En 2020 fue envenenado con Novichok y tuvo que ser ingresado de urgencia primero en Rusia y después en Alemania, donde fue evacuado porque se temía por su vida. Estuvo varias semanas en estado grave y los investigadores creen que el Gobierno ruso está implicado directa o indirectamente en el caso. Navalny ya había sido atacado en 2017 con otro agente nervioso.

Ahora las negociaciones para el alto el fuego podría peligrar. Las posiciones siguen alejadas fundamentalmente porque la posición del Kremlin no ha cambiado: tiene tres grandes peticiones para Kiev. Moscú quiere que Ucrania sea neutral y quede desmilitarizada -y 'desnazificada', que en el lenguaje de Putin puede referirse a una protección específica para el idioma ruso-, y además pretende que Zelenski reconozca a Crimea como parte de Rusia y también la independencia del Donbás.

El Gobierno ucraniano, por su parte, solo ha cedido en la primera parte, y acepta la neutralidad toda vez que ya ha asumido que no entrará en la OTAN. Los reclamos de Moscú, eso sí, no incluyen, como sí se sugirió al principio que harían, una lejanía de Ucrania de la Unión Europea ni el cambio de Gobierno hacia una deriva prorrusa como la que existía en la época de Viktor Yanoukovich.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento