Si les pidiésemos a los ciudadanos europeos una crítica al trabajo de las instituciones europeas, a la labor que realizamos en Bruselas y Estrasburgo, estoy segura de que la respuesta mayoritaria sería que en Europa hacemos una política alejada de las preocupaciones reales de la gente, una política lejana de los problemas cotidianos de los europeos.

Pero esto no es verdad, es un tópico contra el que debemos luchar, y como muestra un ejemplo: la semana pasada en Estrasburgo propusimos, por iniciativa del Partido Popular Europeo, un plan europeo de lucha contra el cáncer.

Son muchos los temas que nos preocupan en Europa, como el brexit, la creación de empleo, combatir los nacionalismos y populismos euroescépticos. Pero Europa es también la angustia de miles de personas que afrontan una terrible realidad -que tiene menos repercusión mediática, pero una gran importancia en sus vidas-: el cáncer.

Todos hemos sufrido de cerca el cáncer. La crudeza de las cifras es incontestable: 1,4 millones de europeos perderán la vida este año por el cáncer; el 40% de los ciudadanos europeos afrontaremos el cáncer en algún momento de nuestras vidas. A pesar de esta dura realidad, hay motivos para la esperanza. La mortalidad por cáncer disminuye día a día, habiendo bajado ya un 10%, además entre el 30 y el 50% del total de los cánceres son evitables cambiando nuestros hábitos de vida.

Este es el camino a seguir. Debemos promover una dieta saludable y cuidar el aire que respiramos. Debemos evitar el sedentarismo y continuar la lucha contra el tabaquismo. Y debemos, también, cuidar la salud mental de nuestra sociedad: el estrés, la depresión y la ansiedad. En definitiva, el ritmo trepidante de nuestras vidas en esta Europa del siglo XXI.

Para lograr todos estos objetivos, necesitamos una respuesta común de la Unión Europea y mejorar las alianzas entre nuestros sistemas nacionales de salud –las mejores sanidades públicas del mundo–. Debemos mejorar la prevención y la detección precoz, aumentar la inversión en investigación y potenciar la equidad en el acceso a los tratamientos en todos los rincones de Europa.

Y no podemos olvidarnos de mejorar la humanización de la atención a los pacientes, para que sea holística y abarque, como un todo, desde la parte médica a la ayuda social a los pacientes y sus familias.

El cáncer tiene muchas caras y debemos ocuparnos de todas ellas. Este es el objetivo del plan de lucha contra el cáncer que lidera el Partido Popular Europeo, un plan que ayudará a derrotar la enfermedad y que llenará de vida y de esperanza a miles de europeos. Estoy segura de que la lucha contra el cáncer va a ser una de las grandes prioridades de la nueva Comisión Europea y de su nueva presidenta, Ursula von der Leyen.

Europa tiene una gran dimensión social que día a día tenemos que reforzar y realzar, y por ello, es muy importante que los ciudadanos sepan qué es lo que hacemos, debatimos y aprobamos sus representantes en las instituciones europeas. Es muy importante que los ciudadanos sepan que la Europa de las personas, no es solo la Europa del futuro, es también la Europa que queremos.