Después de dos décadas de trabajo como actor, Clovis Cornillac despuntó como director en 2015 con Tras la pared y con su segundo filme detrás de la cámara, Belle et Sébastien 3 (2017). Llamó la atención de Pierre Lemaitre, novelista superventas francés y Premio Goncourt en 2013 por su novela Nos vemos allá arriba, para confiarle, precisamente, la adaptación de Los colores del incendio (llega a los cines el 3 de enero), secuela de su premiado libro y otro bestseller llamado a ser un filme épico y de época, de gran presupuesto (14,5 millones de euros). “Pierre me dijo: ‘Mi libro es mi obra y estoy muy feliz con él. Pero el guion es tu película y tú haces con él lo que quieras”, recordaba Cornillac en el estreno francés, que respondió con el éxito que se esperaba para una historia tan querida.
Lemaitre le dio vía libre, aunque antes había firmado también él mismo el guion, una adaptación a la pantalla que se compromete con el espíritu de una novela situada entre 1929 y 1934. Ese movido periodo de entreguerras, posterior a la crisis financiera. Una Francia (y Europa) que miraba preocupada sus cimientos financieros e industriales sin quitarle el ojo a ese vecino alemán en pleno Tercer Reich. Lucha de clases y dominio masculino en todas las esferas públicas, pero Lemaitre elige una heroína, una mujer de clase alta, Madeleine Péricourt (Léa Drucker), hermana del protagonista de Nos vemos allá arriba, que se queda sola ante el imperio de su padre y, engañada y forzada, lo pierde todo.
“A partir de ahí, es una historia de despertar”, dice Cornillac. De esa mujer que tiene que aprender a hacer de todo mientras confecciona su particular revancha. “Es también una película de venganza, me lo repetía mucho en el rodaje”, confirma el director, quien también se ha dejado delante de la pantalla el papel del chófer y confidente de la protagonista, “los ojos del espectador”, esos personajes que pueblan la historia con los que, incluso hoy, casi un siglo después, sentimos conexiones. “Es la nobleza de estas personitas”, dice el actor-director. “No son héroes, pero hay algo heroico en ellos”. De ahí su éxito.
Las adaptaciones de Pierre Lemaitre, pícaro y noir
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Clasificada como novela picaresca, fue un antes y un después en la carrera de Lemaitre. Por el premio Goncourt, por la cantidad de copias vendidas y por ser su entrada en el cine. Él mismo escribió el guion que dirigió y protagonizó Albert Dupontel, con Nahuel Pérez Biscayart como compañero en pantalla. -
Segunda novela de Pierre Lemaitre, adaptada para la gran pantalla con Sandrine Bonnaire como protagonista. Un thriller psicológico, un noir contado en tres tiempos distintos desde el pasado, donde ocurrieron los hechos, el pasado en el que el protagonista es casi descubierto y la culpa del presente. -
Demasiado tiempo se ha tardado en llevar alguna novela del prolífico escritor a la televisión. Su ritmo y misterio casan muy bien con lo que buscan hoy las series. Lemaitre también estuvo en la escritura del guion de esta historia sobre la inmoralidad empresarial en la que destacó el exfutbolista Éric Cantona.
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