Esta película mítica de tu adolescencia se quedó sin secuela por culpa del algoritmo de Netflix

El director y guionista Brian Helgeland revela sus ideas frustradas para continuar este título de culto protagonizado por Heath Ledger y Paul Bettany
La hija del difunto actor Heath Ledger, Matilda, no fue incluida inicialmente en la herencia de su padre, ya que él había escrito su testamento antes de su nacimiento. Después del fallecimiento de Ledger en 2008, sus propiedades y fortuna se repartieron entre sus tres hermanas y sus padres. Sin embargo, la familia Ledger actuó con ética y transfirió todos los fondos de Heath a su hija, que en ese momento tenía dos años.
Heath Ledger.
GETTY IMAGES
La hija del difunto actor Heath Ledger, Matilda, no fue incluida inicialmente en la herencia de su padre, ya que él había escrito su testamento antes de su nacimiento. Después del fallecimiento de Ledger en 2008, sus propiedades y fortuna se repartieron entre sus tres hermanas y sus padres. Sin embargo, la familia Ledger actuó con ética y transfirió todos los fondos de Heath a su hija, que en ese momento tenía dos años.

Dejando la historia aparte, pocas cosas hay más románticas que las historias de caballeros medievales. Y pocas cosas hay que le hagan más la puñeta a dicho romanticismo que el uso de máquinas para predecir los gustos del público, algo que el director y guionista Brian Helgeland sabe demasiado bien. 

Ganador de un Oscar por su libreto para L.A. Confidential, y nominado de nuevo por Mystic River, Helgeland es también responsable de Destino de caballero, un filme de culto que fue clave en la ascensión de Heath Ledger al estrellato internacional. Según ha revelado en una entrevista para Inverse, el cineasta y su reparto querían rodar una secuela, un plan que mantuvieron incluso tras la muerte del australiano... hasta que el algoritmo de Netflix se interpuso en su camino.

¿Por qué no hubo secuela de 'Destino de caballero'?

"Nada más terminar Destino de caballero ya estamos pensando en hacer una secuela", revela Brian Helgeland. "La historia iba acerca del conde Adhemar [Rufus Sewell] secuestrando a Jocelyn [Shannyn Sossamon] y llevándosela a Contantinopla". 

Unos piratas apresan su barco y ellos terminan como esclavos en una galera", prosigue. "Hay otro prisionero con un mapa del tesoro tatuado en su espalda, pero no paran de azotarle por desobediente, así que los protagonistas se presentan voluntarios para que les azoten en lugar de ese prisionero para que no le borren el mapa". Una propuesta truculenta, que, añade, Sony se negó a rodar. 

Tras el fallecimiento de Ledger en 2008, una nueva idea partió de Paul Bettany y Alan Tudyk, ambos secundarios en el primer filme. "Iba sobre la hija de William", recuerda Helgeland. "Paul Bettany había quedado a comer con Alan, y se les había ocurrido que William había muerto en la guerra, pero tenía una hija adolescente que quería competir en los torneos aunque no la dejasen por ser mujer". 

La hija de William, añade el director y guionista, le habría pedido ayuda a los viejos amigos de su padre (el escudero Wat -Tudyk- y el poeta Chaucer -Bettany-), acudiendo con ellos a justas en las que se habría hecho pasar por un chico. 

"Le ofrecí el proyecto a Sony, porque ellos tienen los derechos, y parece que querían hacerla con Netflix, estrenándola como una película de Netflix", añade el director. "Por lo que sé, Netflix probó la idea con sus algoritmos, los cuales indicaron que no tendría éxito". 

La pregunta es: ¿habría sobrevivido a los algoritmos la idea de una comedia de acción ambientada en la Edad Media, basada en un episodio de Los cuentos de Canterbury y con canciones de David Bowie? Seguramente, no, y todos hubiéramos salido perdiendo: como señala el propio Brian Helgeland, "Destino de caballero parece volverse más popular con cada año que pasa: es la cosa más rara del mundo". 

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