¿Qué demonios significa la escena poscréditos de ‘Cruella’?

La película de Emma Stone teje una continuidad muy confusa con ‘101 dálmatas’.
Emma Stone en 'Cruella'
Emma Stone en 'Cruella'
Emma Stone en 'Cruella'

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE CRUELLA]

Ya veníamos avisados con Maléfica: por mucho que Cruella prometiera ahondar en los orígenes de una de las villanas más célebres del canon Disney, era razonable esperar que no nos encontráramos con una precuela al uso. De hecho, la película protagonizada por Angelina Jolie sentó las bases de lo que nos hemos encontrado en el film de Craig Gillespie, que llegó el viernes tanto a los cines a como al catálogo de Disney+ con coste adicional: esto es, no una relación de continuidad estricta, sino una saludable voluntad de establecer un diálogo (o un juego de ecos) con la película original. En este caso, la queridísima 101 dálmatas que la Casa del Ratón estrenó en 1961.

Había cierta inquietud por cómo Disney intentaría que el público empatizara con alguien como Cruella De Vil. Por mucho que la interpretara Emma Stone, lo que sabemos de esta señora es que no dudaría en asesinar a cachorros para hacerse un abrigo, y eso ponía las cosas muy difíciles de cara a humanizarla. ¿Cuál ha sido la estrategia de Disney? Pues no solo darle un background con múltiples traumas para la así llamada Estella, sino también… modificar varios aspectos de la historia que conocíamos. No cabe duda de que la Cruella que aparece en el film no es exactamente la misma que la de 101 dálmatas, y esto se nota desde el hecho de que esta tiene un cariño genuino por Horacio y Gaspar.

Estos eran tratados con gran desprecio en el film animado, pero aquí tienen el rostro de Paul Walter Hauser y Joel Fry y su relación con Cruella es uno de los ejes del film. Este podría entonces erigirse como una historia independiente, desarrollándose en un universo alternativo al de 101 dálmatas… pero su escena poscréditos lanza una posibilidad algo más confusa. Echémosle un vistazo.

El origen de Pongo y Perdita

Anita Darling y Roger son los dueños de los perros protagonistas de 101 dálmatas. Dentro del remake de acción real estrenado en los 90 fueron interpretados por Jeff Daniels y Joely Richardson, y en Cruella aparecen con los rostros de Kirby Howell-Baptiste y Kayvan Novak. Como Cruella se desarrolla antes de los sucesos de 101 dálmatas (dando por sentado que compartan línea temporal), los Roger y Anita de la película aún no se conocen. De hecho, descubrimos que Anita es amiga de la infancia de Cruella, y gracias a su trabajo como reportera la protagonista puede iniciar su reinado de la moda.

Pero aquí llega lo raro. La escena poscréditos de Cruella (que irrumpe seguidamente a que termine la canción de Florence + The Machine Call Me Cruella) narra cómo Roger y Anita acogen a dos dálmatas de mascota: Roger se queda con Pongo, y Anita con Perdita. En un futuro estas mascotas facilitarán que sus amos se conozcan y formarán una extensa familia, pero lo curioso de esta escena es quién les regala los cachorros a la pareja: nada menos que Cruella, que parece enviárselos en agradecimiento/disculpa por acontecimientos previos de la película.

¿Qué consecuencias tiene esto? Depende de si consideramos que Cruella y 101 dálmatas están estrechamente relacionadas. Según esto habría dos opciones. En primer lugar, hay una parte de la historia de Cruella que aún no conocemos y que podría desarrollarse en una hipotética Cruella 2: aquí el personaje de Stone caería definitivamente en el lado oscuro tras resistirse a ello durante toda la película de Gillespie, y decidiría secuestrar a los dálmatas que ella misma le regaló a Roger y Anita para dar con el abrigo definitivo.

¿A qué futuro se refiere exactamente?
¿A qué 'futuro' se refiere exactamente?

Al fin y al cabo, ya hay un resquemor hacia los dálmatas de serie. Cruella revela que los dálmatas de la Baronesa asesinaron a la madre de Estella, generando forzosamente una gran animadversión de la protagonista hacia estos animales. No obstante, a lo largo de la película comprendemos que los dálmatas no tuvieron culpa alguna, sino que fueron manipulados por la Baronesa, y Cruella nunca llega a hacerles daño. Es decir, que aún le queda camino por recorrer si la historia dispone que se vuelva malvada del todo.

La otra opción, mucho más enrevesada, es que todo se trate de un plan de Cruella. El film acaba con la protagonista habiendo consolidado su negocio de moda vanguardista, y quizá le haya regalado los dálmatas a Roger y Anita con la intención de que… Roger y Anita se conozcan… Roger y Anita se enamoren... Pongo y Perdita lo hagan también… Pongo y Perdita tengan una cantidad indecente de crías… y Cruella junto a Horacio y Gaspar puedan robarlos en el futuro para coser un gran abrigo.

Sí, nada de esto parece muy probable. Y puede que haya una explicación mucho más sencilla.

La nueva Anita
La nueva Anita

Conozcan a una nueva Cruella

A lo largo de Cruella se dan muchísimos guiños hacia la película original. Horacio y Gaspar viendo el fútbol acompañados de varios perros. Estos mismos personajes haciendo chistes sobre lo mucho que se parecen algunos perros a sus dueños (haciendo referencia a la memorable escena de apertura de 101 dálmatas). O, desde luego, aquel momento en el que la ciudadanía londinense cree que Cruella ha asesinado a los dálmatas de la Baronesa para coser su indumentaria moteada.

¿Qué tienen en común todos estos guiños? Que nunca son literales. No se limitan a hacer la referencia y regodearse en la memoria de la película original, sino que todos tienen un twist que modifican su significado. Lanzan unas expectativas para a continuación romperlas. Recuerda muchísimo, hay que insistir, a lo que pasó con Maléfica, con la diferencia de que esta contaba la misma historia que La bella durmiente introduciendo cambios tanto desde la perspectiva como en lo relativo al propio final de la historia.

En 'Maléfica' está la clave de todo
En 'Maléfica' está la clave de todo

Teniendo Maléfica en mente (que llegó a tener una secuela, Maestra del mal, construyendo sobre ese final modificado), es fácil intuir que Cruella vuela libre, y su relación con 101 dálmatas es más iconográfica que narrativa. Que Cruella le regale los dálmatas a Roger y Anita no significa más que eso. Cruella les ha regalado dos dálmatas y es exactamente lo que parece: solo quería hacer algo bonito por dos personas que no le han hecho ningún mal durante su lucha contra la Baronesa.

Es posible por ello que, si algún día tenemos una secuela de Cruella (por el momento no hay nada confirmado), la protagonista siga siendo una antiheroína, pero en ningún caso una villana. Incluso podría repetirse tal cual el escenario de Maléfica y narrarse la misma historia de 101 dálmatas desde otro punto de vista; desde luego con cambios enormes. Hasta entonces, queda disfrutar de lo último de Disney y admirar la jugarreta que supone contra todo lo que creíamos que sería la película. 

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