Consultorio de Sexo: "¿Se puede tener morbo por una persona que no te atrae?, ¿puede haber 'calentón' sin erección?"

Una pareja.
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20minutos
Una pareja.

Ya tienes aquí una nueva entrega del consultorio de sexo que cada semana te trae 20minutos. Para plantear tu pregunta escribe a consultoriosexo@20minutos.es.

Estas son las respuestas de esta semana que ha dado nuestro experto, Santiago Frago. Puedes consultar su web aquí.

PREGUNTA Soy una chica bastante viciosilla y no tengo problemas con ello. Me gusta excitar a mi novio y ponerle muy caliente. El asunto es que, en mi contacto con otros chicos, soy también desinhibida, pero no tanto como con mi chico, no sé si me explico. Entonces él se pone muy celoso, yo le digo que solo le quiero a él, y es verdad, ni por asomo tendría relaciones con otro chico.

Es mi carácter y no lo puedo evitar. Pero está empezando a afectar a la relación su reacción. Dígame qué puedo hacer. Gracias. Ana.

RESPUESTA DEL EXPERTO El referente psicólogo Albert Ellis definió los celos como: “Una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio o la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra”.

Los celos no son universales aunque sí habituales y distinguimos 2 tipos:

1. Razonables: Son aquellos celos motivados por decepciones previas, personalidad “seductora” de la pareja, crisis de autoestima y miedo lógico a perder lo que más se desea; se basan en realidades o imaginaciones.

2. No razonables e incontrolables: Son aquellos celos que se alimentan de ideas o creencias insensatas.

Las personas celosas tienen una predisposición genética que se va moldeando por la biografía familiar y relacional quedando modulada por el ambiente y la cultura donde se vive.

La emoción celosa ocasiona fragilidad, inseguridad y temor; conduciendo a la pareja al peligroso “juego de los celos”: “la persona no celosa evita comentar hechos o inventa situaciones para evitar malos entendidos ante la pareja celosa y que finalmente, al descubrirse, acaban provocando más problemas”.

Es decir, uno hace cosas para evitar problemas, y esas cosas acaban amplificando el problema. El juego de los celos incluye además otras reglas muy perversas: controlar a la pareja, mirar su móvil, leer los emails que recibe, seguirle… que lejos de aliviar la situación la empeora.

Los celos son la “enfermedad” que mayor dolor y malestar ocasiona en las relaciones de pareja: al celoso le genera infelicidad y angustia y al no celoso le genera desencanto y desamor.

Hay circunstancias vinculadas a la propia relación de pareja que pueden incrementar la tendencia y emoción celosa, en concreto, que seas una mujer con personalidad seductora, es decir, que tu forma de relacionarte con los demás confunda a otras personas y les aliente a imaginar que eres una mujer “libre” a nivel relacional.

Para gestionar los celos lo fundamental es:

1. Reconocerse como celoso y seguir siendo celoso, pero que los celos no limiten ni coarten la libertad del otro, es decir, podemos decir a la pareja: “sufro mucho cuando te veo hablando con otro/a”, para expresar mis emociones, pero sin que esto haga que tu pareja deje de hablar con otras personas.

2. Asumir la responsabilidad de “ser celoso” para convivir con los celos y darse cuenta de que si tu pareja ha tomado la decisión de estar contigo (pudiendo no estar contigo), es porque para él/ella eres más importante y valioso que tus “rivales”.

3. Es bueno y práctico asumir que los celos son una emoción humana y que sentimos celos al igual que sentimos alegría, tristeza, enfado o amor, y lo que tenemos que hacer es aprender a gestionarlos para convivir mejor con ellos.

PREGUNTA Llevo varios meses teniendo relaciones con una persona. Nos conocíamos desde hace tiempo y empezamos a estar más momentos juntos. Por mi parte estoy seguro de que tengo ganas de sexo y de que ella me excita.

Sin embargo durante el coito no siento lo mismo que con anteriores relaciones. Si ella se pone encima, casi no noto nada y después de unas cuantas penetraciones empiezo a perder la erección.

También he notado que ella está siempre muy lubricada, no sé si esto puede tener relación. Además de esto, tengo dificultades para llegar a eyacular, algo que no entiendo porque nunca había tenido ese problema.

Si con la penetración llegaba un momento que no lo conseguíamos, probábamos otras alternativas. Ahora, después de mucho tiempo de penetración, llega un momento que pierdo sensibilidad en el pene y al final ni el sexo oral ni la masturbación manual consiguen darme placer para lograr eyacular. ¿Cómo lo resuelvo?

RESPUESTA DEL EXPERTO La fase de excitación sexual en la mujer tiene como una de sus expresiones físicas la lubricación vaginal y constituye un síntoma de salud sexual. Si la mujer presenta un alto grado de lubricación vaginal, es probable que tus percepciones al realizar la penetración vaginal sean de baja intensidad y ello pueda ocasionar un déficit de erección y alguna dificultad para eyacular.

Igualmente expones que tu dificultad eyaculatoria se ha hecho también presente en juegos no coitales (“sexo oral” y masturbación); en este caso una posible explicación hay que buscarla en tu propio interés por conseguir eyacular, interés que te genera una cierta ansiedad, que es la responsable última de tu dificultad.

Te sugiero le indiques a tu pareja hacer más versátil, en cuanto a posturas, el juego coital y que durante la penetración realice contracciones vaginales voluntarias con el objetivo de que puedas sentir un mayor rozamiento genital.

Si a pesar de estas indicaciones persiste la dificultad, sugiero acudáis a un servicio de atención sexológica donde os concretarán las causas de tu dificultad y con ello realizar una terapia sexual personalizada.

PREGUNTA Tengo una cuñada que me odia; en agosto de 2020 empezó a mandar fotos desnuda a mi marido y él no se lo pensó y le contestó con fotos de él; las fotos iban sin texto y nunca hablaban ni nada; mi marido siempre me decía que ella no le caía bien, ni le gustaba, hablaba perrerías de ella.

Él todas las noches sale a tomar un café con copa y mi familia lo sabe. Mi cuñada, en septiembre del 2020, se presentó allí y se hizo la borracha para que le acompañara al coche, allí ella le besó, él no respondió al beso, le agarró de la mano para que entrara al coche; una vez dentro ella le dio un condón y se desnudó de cintura para abajo; mi pareja me comenta que se excitó al verla y se puso el condón y se subió a “restregarse”, pero me dice que nunca la penetró porque no tuvo erección, es más ni se besaron, ni la tocó con las manos; en cuanto se dio cuenta de la situación se retiró, se vistió y ella se sintió mal como mujer no deseada.

Desde ese día ella empezó a acosarme, insultarme e intentar agredirme; imagino por rabia de no conseguir lo que quería. En junio de 2021 me mandó las fotos de mi marido desde un número desconocido y ahora que está enferma reconoce que nunca tuvieron relaciones sexuales. Mi marido siempre ha disfrutado conmigo en la cama y me perjura que me ama y que en aquel suceso no sabe qué le pudo ocurrir.

Mi pregunta es, ¿puede ser cierto amar a una persona y dejarte llevar por el morbo y hacer una cosa así? ¿Se puede tener morbo por una persona que no te gusta ni te atrae?, ¿puedes tener un 'calentón' sin tener una erección?, ¿es una infidelidad?

RESPUESTA DEL EXPERTO Es difícil evaluar con precisión las circunstancias y motivaciones que indujeron a tu cuñada a intentar relacionarse íntimamente con tu pareja.

Ciñéndome a tus preguntas concretas te comento: La RAE (Real Academia de la Lengua) define la palabra “morbo” como una atracción hacia situaciones o acontecimientos desagradables.

La realidad indica que una experiencia erótica, ajena a la relación de pareja habitual, suele ir rodeada de una serie de ingredientes que suelen hacerla especialmente sugerente: novedad, misterio, intriga, expectativa, atracción, transgresión y fantasía; en definitiva, es una experiencia que se mueve en el plano de la emoción y la sensación.

No obstante, siempre está en la voluntad de la pareja, el rechazar las invitaciones e invasiones no deseadas de personas ajenas a la relación. La posibilidad de sentirse excitado sin respuesta eréctil, es una realidad posible; se da una disociación entre cerebro y cuerpo, un conflicto de intereses entre lo que me gustaría hacer y lo que debería hacer.

En el ámbito de la Sexología, la lealtad de pareja está unida al vínculo afectivo y amoroso y la infidelidad se movería en el plano de la exclusividad erótica. Valorar como infidelidad la situación expuesta (fotos enviadas, encuentros en el bar, tentaciones contenidas, personalidad de tu cuñada....,) es algo muy subjetivo que deberás valorar y analizar tras una sincera conversación con tu pareja.

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